Asunción, PARAGUAY (Agencia Fides, 30/11/2018) – Bajo el título "Paz social, fruto de la
conversión y la justicia", la Conferencia Episcopal de Paraguay (CEP)
publicó un documento en el que denuncia los "graves hechos de violencia
criminal" que vive el país. "Nuestra conciencia nos dice que no
permanezcamos indiferentes e indolentes ante tales situaciones. Estos
hechos dañan la convivencia fraterna y debilitan los cimientos que
garantizan la paz social", dice el texto enviado a Fides.
El comunicado, que lleva la fecha del 28 de noviembre, se refiere a
algunos eventos recientes de violencia que han sido difundidos por los
medios de comunicación gubernamentales en los últimos días. Entre ellos,
el asesinato de un empresario brasileño que trabajaba en el comercio de
la madera y que había tenido algunos problemas con los impuestos. El
video de la ejecución, dejado en un teléfono celular cerca del cadáver
por el grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), fue
comentado por el Ministro del Interior, para informar sobre el último de
los 200 actos de terrorismo perpetrados por este grupo en 2018.
"Nos quedamos impactados, horrorizados, pero debemos preguntarnos si
estos hechos no son un síntoma de problemas morales y sociales más
profundos", escriben los obispos. "Muchas voces ya identifican varias
causas: injusticia, impunidad, machismo, desequilibrios
socioambientales, cohesión débil de la familia y la sociedad,
consumismo, cobertura mediática de la violencia ..." continúa el
análisis de los obispos, que van directamente más allá del hecho de la
violencia por el EPP.
Hace solo tres días tuvo lugar en Asunción, una marcha contra la
violencia contra las mujeres. Miles gritaron "¡Basta! ¡Ya no estamos en
silencio!" Defendamos a las mujeres ". El mismo día, la" Dirección de
Políticas de Seguridad Ciudadana "del Ministerio del Interior publicó un
informe sobre la violencia contra las mujeres en Paraguay, que está en
aumento: en 2017, hubo 41,661 denuncias sobre violencia familiar, en
comparación con 30,000 casos en 2016.
Por eso los obispos de Paraguay escriben en su declaración: "Entre estas
comunidades humanas afectadas por el deterioro moral también está la
familia ... Para sanar y fortalecer la convivencia pacífica y promover
la reducción de la violencia, debemos trabajar por la justicia. para
todos los ciudadanos, particularmente aquellos que pertenecen a sectores
vulnerables, acceso a atención médica integral, educación de calidad,
trabajo decente, vivienda e infraestructura para asegurar las
condiciones para Una vida digna y sana ".
"Por lo tanto, invitamos a todos los ciudadanos, católicos y personas de
buena voluntad - concluyen los Obispos - a comprometerse firmemente a
una profunda conversión personal, comunitaria y eclesial, ya trabajar
incansablemente por la justicia y la paz social en Paraguay".