Bangui, REPÚBLICA CENTROAFRICANA (Agencia Fides, 26/11/2018) – “La persona humana es sagrada e inviolable. Las
fuerzas estatales tienen la obligación absoluta de respetarla y
protegerla”. Es el primer artículo de la Constitución de la República
Centroafricana, recordado por los obispos locales en un comunicado en el
que piden a las autoridades que pongan fin a la violencia que viene
desangrando al país desde 2012. El documento, enviado a Fides, se
publicó al final de la sesión extraordinaria de la Asamblea Plenaria de
la Conferencia Episcopal de República Centroafricana celebrada el 24 de
noviembre.
Después de denunciar la violencia que afecta a Bangui, Bambari,
Batangafo y Alindao, los obispos convocaron a “las autoridades políticas
y administrativas, al cuerpo diplomático, a los representantes de las
instituciones nacionales e internacionales, a los medios de comunicación
y la población a una conferencia de prensa el 26 de noviembre en el
Arzobispado de Bangui, para esclarecer la verdad sobre los crímenes
inaceptables y odiosos perpetrados contra poblaciones civiles”.
Después de las últimas masacres, -en concreto la cometida en Alindao el
15 de noviembre donde unos cincuenta civiles
fueron asesinados-, los obispos piden a los fieles y hombres de buena
voluntad “no festejar el 1° de diciembre (Día Nacional), como una señal
de luto” mientras que el domingo 2 de diciembre se ha decretado en todas
las diócesis una jornada de luto y oración en memoria de las víctimas.
Las colectas de misas dominicales serán destinadas a los supervivientes
de estos ataques.