CIUDAD DEL VATICANO (Agencia Fides, 30/11/2018) - “La Iglesia es misionera por naturaleza. El Magisterio de la Iglesia
ilustra este paradigma. A partir del Maximum Illud del Papa Benedicto
XV; luego con el decreto conciliar Ad Gentes; y reiterado con la
Evangelii Nutiandi del Papa Pablo VI y la Redemptoris Missio del Papa
Juan Pablo II. Y el Papa Francisco en su Evangelii Gaudium, en el número
27 desea una elección misionera capaz de transformar todo”. Con estas
palabras, el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para
la Evangelización de los Pueblos, presentó esta mañana en la oficina de
prensa del Vaticano que los eventos de octubre de 2019 que será un “Mes
Misionero Extraordinario”, como anunció el Papa Francisco en el Ángelus
el 22 de octubre de 2017, “para alimentar el ardor de la actividad
evangelizadora de la Iglesia ad gentes”.
La ocasión está viene por el centenario, el 30 de noviembre de 2019, de
la promulgación de la Carta Apostólica “Maximum Illud” con la que el
Papa Benedicto XV dio un nuevo impulso a la responsabilidad misionera de
todos los bautizados para proclamar el Evangelio, deber de toda la
Iglesia y no solo de hombres y mujeres religiosos, y reiteró que en el
centro del compromiso misionero solo debe estar el Evangelio y su
anuncio, eliminando cualquier otro aspecto cultural o económico.
La preparación de este Mes Misionero Extraordinario (MMS) ha sido
confiada a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y a las
Obras Misionales Pontificias (OMP). Esta mañana, en la oficina de
prensa de la Santa Sede, el cardenal Fernando Filoni, prefecto del
Dicasterio misionero; el arzobispo Giampietro Dal Toso, presidente de
las OMP; y el padre Fabrizio Meroni, secretario general de la Pontificia
Unión Misionera (PUM), director del CIAM (Centro Internacional de
Animación Misionera) y de la Agencia Fides, presentó las propuestas
preparadas para inspirar y apoyar el camino de las Iglesias locales y de
todos los bautizados hacia esta cita.
De hecho, la actividad misionera es “el paradigma de toda obra de la
Iglesia” y, a este respecto, las Conferencias Episcopales, las
parroquias, las diócesis del mundo e incluso todos los movimientos deben
estar “en un estado permanente de misión” porque “no hay un aspecto de
nuestra actividad que no se refiera a la misión”, reiteró el cardenal
Filoni.
El tema del MMS es “Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en
misión en el mundo”, por lo tanto, la misión se entiende como una
propuesta de fe que Dios le da al hombre. El arzobispo Giampietro Dal
Toso explicó: “Podemos rechazar la misión solo como una propuesta de fe
que parte de Dios, que viene a nuestro encuentro con su hijo Jesucristo y
confía en la libertad del hombre. Dios no se impone, sino que propone”.
Hablar hoy de “bautizados y enviados” significa que “cada bautizado en
su pequeño puede ser un misionero, puede ser un instrumento de la
propuesta que Dios quiere hacer al hombre, a través de su testimonio
personal, a través de su oración y también a través de su ofrecimiento”,
remarcó el arzobispo.
“El contenido de la misión, explicó el presidente de las OMP, es llevar
el anuncio de Cristo que salva al hombre. La dimensión misionera es
inherente al bautismo. Hoy en día, la misión no consiste únicamente en
el movimiento tradicional Norte-Sur, que envía misioneros a tierras
lejanas. Incluso hoy, en el presente de nuestras propias vidas, en
nuestros países occidentales, testimoniar el Evangelio en nuestro estado
de vida significa ser misioneros”.