Loreto, PERÚ (Agencia Fides, 21/11/2018) – Sigue adelante el recorrido hacia el Sínodo de
los Obispos para la región panamazónica, que se celebrará en octubre de
2019, y continúan las asambleas locales de la población indígena que se
prepara para ofrecer su contribución.
Para lograr este objetivo han habido algunas dificultades, en un área
donde los grupos que se refieren a un puñado de parroquias
pertenecientes a la diócesis de Alto Solimões (Brasil), de la Provincia
eclesiástica de Manaus, que cubre un área de 130,240 kq, deben emplear
de 2 a 4 horas de río para llegar a la ciudad de Tabatinga, donde han
podido asistir a una de las reuniones de preparación.
La diócesis de Alto Solimoes, con 200 mil habitantes distribuidos en más
de 250 comunidades, es solo uno de los ejemplos de este territorio,
donde se puede ver la pasión y la conciencia de las personas más
humildes que no temen los sacrificios para responder al llamado del
Papa.
En la parte de la Amazonía peruana también pasa lo mismo, como
aprendemos del testimonio de Rosario Chamiquit Dejima, una mujer que
ayuda a dar a luz a las jóvenes de su pueblo y alrededores. También
trabaja como artesano en el pueblo Awajún. Según la nota enviada a
Agenzia Fides por la Repam, "su" territorio es la provincia de
Condorcanqui, cerca de la frontera del Amazonas entre Perú y Ecuador.
Rosario recibió una preparación en medicina tradicional de sus abuelos y
luego se formó más en la pequeña ciudad de Nieva.
El pueblo Awajún es el segundo más grande de la Amazonía peruana. Sus
miembros viven principalmente en la región del departamento de Amazonas,
pero también están e Loreto, Cajamarca y San Martín. La presencia del
Estado aquí es deficiente en varios campos, especialmente en el cuidado
de la salud y en el respeto que requiere la interculturalidad. En Nieva,
por ejemplo, la mayoría de los obstetras son hombres, lo que significa
que hay pocas mujeres embarazadas que buscan atención médica, sin contar
el gran grupo que carece de recursos económicos para el tratamiento.
Rosario Chamiquit fue a Yurimaguas (Loreto), donde participó en una de
las asambleas regionales preparatorias para el Sínodo. A través de sus
discursos, llamó la atención sobre las violaciones sufridas por las
mujeres indígenas y sobre cómo se sienten marginadas porque no reciben
la atención adecuada de las diversas instituciones.
Su testimonio se reflejó en la profunda conexión entre la vida de la
familia indígena y la tierra de la Amazonia: "Cuando era muy joven, me
educaron para plantar si quería tener lo que se llama 'Tajimat Pujut',
que significa ' vivir bien con la gente ', es decir, si quisiera
mantener y llevar una casa, una familia, que tenga plantas para comer,
plantas medicinales para curar, animales. Al mismo tiempo, el término
significa que puedes trabajar, que puedes colaborar con Tu gente,
enfrentar los problemas". Así, las 102 diócesis que forman la
Panamazzonia están preparando sus reflexiones que contribuirán a la cita
de octubre de 2019.
En estos días, el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del
Sínodo de los Obispos, ha estado en Manaus para verificar personalmente
el camino que debería terminar en primavera con la publicación del
Instrumentum Laboris. Una fase de escucha, dijo el Cardenal, que está
brindando una valiosa oportunidad "para aprender más sobre el ambiente
del Amazonas y sus pueblos, para conocer sus luchas y resistencias, para
confirmar el camino de la Iglesia que es cada vez más Profético y
comprometido con la causa del Reino de Dios en esa parte del mundo ".