Los Estados Unidos, destino y sueño de las caravanas de migrantes, no pretenden dejar entrar a los manifestantes sin un visado. Los migrantes se quedan atrapados en las zonas fronterizas. La Iglesia está trabajando incansablemente en el diálogo con las instituciones y en la asistencia humanitaria. En el mensaje al pueblo de Dios, los obispos mexicanos señalan, entre otras cosas:
“Reconocemos la acción responsable de algunas autoridades estatales y municipales que han respondido de forma eficaz a esta emergencia, pero observamos que muchos otros han dejado de lado las responsabilidades indicadas por la Ley Nacional de Migración. Como sociedad y como Iglesia, hemos tratado de ayudar fraternalmente a los migrantes en su paso por nuestro territorio, respondiendo al apelo del Papa Francisco de recibirlos, protegerlos, promoverlos e integrarlos” (…)
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