Huehuetenango, GUATEMALA (Agencia Fides, 24/11/2018) – “El entusiasmo y ardor misionero que se
ha encendido en nuestros corazones en estos días, nos compromete a
participar activamente en la transformación de nuestras parroquias.
Salimos con la firme convicción de implementar, en comunión con todas
las fuerzas vivas de nuestras parroquias, procesos pastorales fieles al
Evangelio, insertos en la realidad pluricultural de nuestro país y
abiertos a lo que el Espíritu de Jesús dice a nuestras Iglesias”. Así se
lee en uno de los pasajes del mensaje final dirigido a las comunidades
parroquias en Guatemala, y publicado al finalizar el V Congreso
Misionero nacional de Guatemala (COMGUA V), que se ha celebrado del 16
al 18 de noviembre en la ciudad de Huehuetenango.
Según la información de la Agencia Fides, han participado más de mil
personas, la mayoría laicos, junto con obispos, sacerdotes, religiosos y
religiosas, provenientes de todas las circunscripciones eclesiásticas
de Guatemala. El Congreso, marcado por la alegría, la fiesta, la
oración, la acción de gracias a Dios y el compromiso humano y cristiano,
ha tenido como objetivo “celebrar y reforzar los procesos pastorales
misioneros en las iglesias particulares en Guatemala, a través de la
conversión personal y eclesial a Jesucristo, para que las parroquias
sean comunidades misericordiosas, al servicio del Reino”.
El Presidente de la Conferencia episcopal guatemalteca, Mons. Gonzálo de
Villa, obispo de Sololà-Chimaltenango, ha inaugurado los trabajos con
un mensaje en nombre de todo el Episcopado, y ha presidido la Misa de
clausura junto con todos los obispos y muchos sacerdotes presentes.
Mons. Julio Cabrera, obispo de Jalapa, Presidente de la Comisión
episcopal para las Misiones, ha subrayado que los mártires guatemaltecos
también son misioneros. Y los han tenido presentes en el evento, tanto a
los ya beatificados como aquellos que todavía están en proceso, como el
hermano Santiago Miller. Los trabajos del Congreso se han llevado a
cabo en los salones del colegio La Salle de Huehuetenángo, que fueron
testigos del martirio de uno dei sus educadores, el hermano lasaliano
Santiago Miller, ocurrido el 13 de febrero de 1982. El Papa Francisco ha
autorizado recientemente su beatificación.
El camino de preparación a este importante acontecimiento eclesial
misionero nacional – se lee en el mensaje final recibido en la Agencia
Fides –, ha iniciado en el Año de la Misericordia, con el descubrimiento
de la misión de ser “parroquias misericordiosas como el Padre”, y con
“examen de conciencia parroquial” a la luz de Aparecida, que ha
permitido que se tome conciencia de los “pecados pastorales” y de la
necesidad de una “conversión pastoral” permanente.
El Congreso también ha analizado la situación global de la realidad de
miles de guatemaltecos que viven en extrema pobreza y en la exclusión
social, dado que “no podemos hacer pastoral sin considerar los contextos
en los que vivimos ” y que estas personas viven la gran mayoría en los
territorios en que están enclavadas nuestras parroquias. De este modo se
han indicado algunas perspectivas de futuro, para comprometernos de
lleno en la transformación misionera y samaritana de nuestras
parroquias… Somos conscientes de que necesitamos con urgencia un nuevo
estilo de parroquia, evangelizada ella misma y evangelizadora al
servicio del Reino”.
Un punto de referencia del Congreso ha sido el número 19 de la Evangelii
gaudium, que ha ayudado a los participantes a entender “con más fuerza
la necesidad de una evangelización misionera intensiva, que no se queda
en un simple barniz decorativo”. “En este Congreso Misionero nos hemos
comprometido a abrir caminos nuevos para la vida en Cristo de nuestras
comunidades parroquiales desde la realidad pluricultural de nuestro País
– se lee en el mensaje -. No debemos continuar con un solo modelo de
parroquia. Las parroquias deben cambiar sus perfiles desde las
realidades concretas en que se encarnan ”.