Roma, ITALIA (Agencia Fides, 15/05/2020) – En Tierra Santa, los efectos secundarios de la
pandemia (bloqueo de actividades económicas, pérdida de trabajo, parada
de las peregrinaciones y del turismo, cierre de escuelas y crisis de las
redes de asistencia) también están penalizando a los sectores más
débiles de la población. Por esta razón, la Orden Ecuestre de los
Caballeros del Santo Sepulcro, dedicada desde siempre a ayudar a la
Iglesia madre de Jerusalén, a las escuelas que administra y a sus
iniciativas caritativas y sociales, ha decidido establecer un fondo ad
hoc para la recaudación de subvenciones extraordinarias que serán
destinadas a sostener a familias en dificultades en la tierra de Jesús.
La iniciativa ha sido expuesta el jueves 14 de mayo por el Cardenal
Fernando Filoni, Gran Maestro de la Orden del Santo Sepulcro, en una
conferencia de prensa celebrada en Roma, en la sede de la Orden. “Hemos
recibido solicitudes de ayuda extraordinaria a familias y escuelas”, ha
dicho el Cardenal, “y por ellos hemos pensado dirigirnos a nuestra Orden
para pedir un suplemento de generosidad, a fin de conocer a los miles
de familias que no tienen trabajo y se encuentran en dificultades
económicas, y aquellos, muy numerosos, que no pueden pagar las tarifas
de las escuelas donde envían a sus hijos”.
La Orden del Santo Sepulcro sostiene el funcionamiento ordinario de 38
escuelas en Palestina, Israel y Jordania, donde 1300 maestros y
empleados trabajan al servicio de 15 mil estudiantes, musulmanes y
cristianos. Después de la pandemia, los 650 mil dólares ya asignados por
la Orden para emergencias sociales y humanitarias se han demostrado
insuficientes, por lo que se pensó en establecer un fondo especial de
emergencia-Covid-19. De los 30.000 miembros de la Orden, y de las
lugartenencias dispersas en los cinco continentes - ha declarado el
cardenal Gran Maestre -, ha llegado "una respuesta generosa", y se
espera poder aumentar la colecta ampliando el círculo de donantes. Los
fondos recaudados se utilizarán para familias y estructuras escolares
que se encuentran en un estado de mayor sufrimiento. Las estructuras del
Patriarcado latino de Jerusalén y las parroquias de Tierra Santa
identificarán los casos concretos de personas y grupos familiares a los
que apoyar.
Estaremos atentos a las familias cristianas involucradas también desde
el punto de vista laboral con las escuelas que forman parte del
Patriarcado. Pero las familias musulmanas que no pueden pagar las tasas
escolares también recibirán ayuda.
Los Caballeros del Santo Sepulcro – ha comentado el Cardenal Filoni - no
son "una Orden meramente honoraria", y con las iniciativas concretas
apoyadas por ella forman parte del "gran llamamiento a la solidaridad
que ha lanzado el Papa Francisco en este período pandémico". La
emergencia debida a la propagación del coronavirus, “no solo es una
oportunidad para satisfacer las solicitudes de solidaridad concreta,
sino también para reflexionar sobre nuestras vidas, sobre la forma en
que llevamos a cabo nuestras instituciones: nos ha abierto más a la
generosidad, a la atención a las necesidades de los demás. Y esto no
debe descartarse, porque es un fruto positivo en medio de la negatividad
de muchos otros aspectos que conocemos bien” ha explicado el Cardenal.
Con respecto a la "Oración por la Humanidad" promovida el 14 de mayo por
el Alto Comité para la Fraternidad Humana para pedir con oración y
ayuno que Dios Todopoderoso detenga la pandemia, el Cardenal Filoni ha
remarcado que el camino que comenzó hace algo más de un año, con el
Documento firmado en Abu Dhabi por el Papa Francisco y Ahmed al Tayyeb,
el Gran Imam de Al Azhar es "un proceso que debemos construir" y que
ayudará a todos a ser conscientes "de que toda persona tiene derecho a
elegir en su vida, y merece respeto por ella. No hablamos de tolerancia,
hablamos de respeto de los derechos. La tolerancia es una concesión que
a veces se usa para evitar luchar, pero no es el objetivo”.
Al margen de la presentación, el Cardenal Filoni también ha hablado de
la historia de Silvia Romano, la joven cooperadora italiana secuestrada
en Kenia, y en cautiverio en Somalia por los yihadistas de al Shabaab,
quién luego de su liberación declaró que se había convertido al islam.
“Debemos respetar a las personas, he vivido en muchos países del Medio
Oriente", ha dicho el cardenal Filoni, "y si hay falta de respeto, esto
lleva al fin de nuestra dignidad humana. Le debemos respeto a ella en
primer lugar, porque ha pasado un año y medio en medio de situaciones
difíciles e inimaginables. Dejémosla en paz para recuperar este tiempo y
reflexionar sobre su vida. No nos sobrecalentemos por poco. El respeto
que le debemos a ella – ha agregado el Cardenal, que fue Nuncio en Irak y
Jordania durante la Segunda Guerra del Golfo -, se lo debemos a todos
los que vienen a Italia o Europa. Hay muchos musulmanes jóvenes que
vienen a Europa y deciden convertirse en
cristianos. También a ellos debemos respeto. No se trata de hacer una
guerra, porque no hay razón para pelear. Y el respeto nos ayuda a
entendernos, que a menudo es lo que nos falta”.