Hama, SIRIA (Agencia Fides, 25/04/2016) – Las milicias islamitas vinculadas al grupo
“alqaedista” de Jabhat al Nusra han llevado a cabo, este domingo 24 de
abril, un ataque con morteros contra la ciudad siria de Sqelbiya, de
mayoria cristiana, que se encuentra en la provincia central de Hama,
matando al menos a cuatro civiles. Lo han comunicado fuentes kurdas
consultadas por la Agencia Fides. A las víctimas hay que sumar al menos
quince heridos, algunos de los cuales están en estado grave. El ataque
ha tenido lugar a través de un lanzamiento continuo de proyectiles de
mortero, que han caído como lluvia sobre los barrios residenciales. La
ciudad, bajo el control del gobierno del ejército, en el pasado había
sufrido ataques por parte de los militantes yihadistas, que varias veces
han intentado tomar el control, sin conseguirlo nunca.
Mientras tanto, en la provincia de Hassaké,al noreste de Siria, continúa
la tregua entre el ejercito del gobierno y los milicianos kurdos de la
Unidad de protección Popular (YPG), alcanzada el pasado sábado después
de los sangrientos enfrentamientos que estallaron el miércoles 20 de
abril sobre todo en la ciudad de Qamishli. Los
representantes de las milicias kurdas, entrevistados por la agencia de
noticias ARA News, han reafirmado su intención de mantener el control de
las zonas conquistadas durante los combates, y la negativa a facilitar
cualquier concesión al gobierno de Assad. Los mismos líderes kurdos han
acusado al régimen de obligar a la población civil de la zona a crear
grupos paramilitares de "autodefensa" sometidos al ejército
gubernamental, utilizando principalmente contra los Funcionarios
Públicos formas de chantaje como la suspensión de sueldo, o la perdida
forzada del puesto de trabajo.
La apertura de un nuevo frente de conflicto entre las milicias kurdas y
el ejército de Assad al noreste de Siria, conforma que detrás de la
tragedia en el país, se mueven estrategias e intereses, que no se pueden
reducir al enfrentamiento con los yihadistas del Estado Islámico
(Daesh). Según fuentes locales, en los tres días de enfrentamientos
entre la milicia kurda y el ejército del gobierno murieron 17 civiles,
10 milicianos kurdos y 31 soldados sel gobierno y paramilitares pro
régimen.