El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 26/04/2016) – El Domingo de Ramos, que se celebro antes de
ayer en las iglesias que siguen el calendario juliano, ha visto un
aumento exponencial de peregrinos egipcios coptos llegados para celebrar
los ritos de la Semana Santa en Jerusalén. Según los medios de
comunicación egipcios, en el año en curso ya van al menos 5.700
cristianos copto-ortodoxos que han llegado a la Ciudad Santa, un aumento
de más de mil unidades en comparación con los peregrinos coptos que
realizaron una peregrinación a los Lugares Santos de Jerusalén en el
2015.
La presencia cada vez mayor de egipcios copto-ortodoxos en la ciudad
santa, marca con los hechos la superación de la prohibición de visitar
Jerusalén que en 1979 impuso a sus propios fieles el entonces Patriarca
Shenouda III. Durante los años en que se radicalizaba el conflicto
árabe-israelí, el patriarca copto Shenouda III (1923-2012) prohibió a
los fieles de su Iglesia hacer peregrinaciones al estado judío y no
había cambiado su posición ni siquiera tras la normalización de las
relaciones entre Egipto e Israel llevada a cabo por el presidente Sadat.
Esta prohibición nunca ha sido revocada formalmente, pero ya en 2014 el
viaje efectuado a Tierra Santa por unos noventa cristianos coptos con
motivo de la Semana Santa dio lugar a que varios observadores señalasen
la falta de pertinencia de aquella disposición anti-peregrinación, visto
el marco de las relaciones existentes entre los dos países vecinos.
También ha contribuido en el incentivar las peregrinaciones de los
coptos a Tierra Santa, el viaje realizado a finales de noviembre a
Jerusalén por el Patriarca Tawadros II, durante el funeral de monseñor
Abraham, jefe de la comunidad local copta ortodoxa. El viaje del
patriarca, aunque presentado por la Iglesia copta ortodoxa como “una
excepción”, ha sido recibido por los egipcios coptos como un signo
elocuente de que el nuevo Patriarca no tiene la intención de defender
las prohibiciones punitivas para la vida espiritual de los fieles.