CIUDAD DEL VATICANO, 24 de abril de 2016 (VIS).- En el Regina Coeli, al final de la santa misa del Jubileo de los
Chicos y las Chicas, el Papa FRANCISCO recordó que ayer en Burgos (España) fueron
proclamados beatos el sacerdote Valentín Palencia Marquina y cuatros
compañeros suyos, jóvenes mártires, asesinados por su fe durante la
guerra civil española. “Alabemos al Señor por estos valientes testigos
suyos -dijo- y por su intercesión le suplicamos que libre al mundo de
toda violencia”.
Después manifestó su preocupación por los hermanos obispos,
sacerdotes y religiosos, católicos y ortodoxos, secuestrados desde hace
mucho tiempo en Siria. “Que Dios misericordioso toque el corazón de los
secuestradores y conceda cuanto antes que esos hermanos nuestros sean
liberados y vuelvan a sus comunidades. Os invito a todos a rezar por
esto, sin olvidar a las otras personas secuestradas en el mundo”, pidió
el Santo Padre.
Y por último, dirigiéndose a los jóvenes que estaban celebrando su
Jubileo dijo: “Ahora volved a casa con la alegría de vuestra identidad
cristiana. De pie, con la cabeza levantada y con vuestro carnet de
identidad en las manos y en el corazón. ¡Que el Señor os acompañe! Y por
favor, rezad también por mí. Gracias”.