Zamboanga, FILIPINAS (Agencia Fides, 03/08/2016) - Un cristiano ha sido asesinado y otros están
amenazados por los grupos radicales islámicos en Jolo, una pequeña isla
en el sur de Filipinas. Lo dice a la Agencia Fides el misionero del
Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) p. Sebastiano
D'Ambra, que vive en Zamboanga, en la isla de Mindanao, no muy lejos de
Jolo, instando a “todos los buenos líderes musulmanes residentes en la
isla a encontrar soluciones adecuadas y aislar a aquellos que cometen
crímenes en nombre del Islam”.
“En Jolo, ahora muchos viven con miedo, tienen miedo a hablar, miedo de
ir a la iglesia, incluso aunque hay militares vigilando frente a la
catedral, en el centro de la ciudad”, dice el misionero. “Muchos
cristianos chinos han abandonado sus hogares y otros cristianos están
planeando salir de la isla después de estos acontecimientos: malas
noticias para una sociedad como la de Jolo, en el pasado hemos vivido en
la armonía islámico-cristiana”.
El misionero se dirige a todos aquellos que han asistido al centro de
diálogo “Silsilah”, fundado por él “porque todos nosotros nos ocupamos
de Jolo: ayudamos a construir un futuro de paz en Jolo, donde se respeta
a todos y se es libre de rezar siguiendo la propia religión. No
permitimos la destrucción de la bondad y la amistad entre musulmanes y
cristianos”, continúa.
El p. D'Ambra denuncia que los elementos radicales también han matado a
musulmanes, que calificaban de “infieles” porque defendían el diálogo y
la convivencia, y llama a todos a volver a iniciar desde la
misericordia, central para los cristianos y los musulmanes. “Estoy
convencido de que si partimos de aquí, la situación mejorará y Jolo
podrá volver a ser de nuevo un buen lugar donde todo el mundo pueda
experimentar la armonía”, concluye.