El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 08/08/2016) – Sigue causando controversia en Egipto y entre
la comunidad copta distribuida por todo el mundo las palabras del
mensaje con el que el Patriarca Tawadros II ha expresado públicamente su
oposición a las manifestaciones promovidas en los EE.UU. por parte de
grupos de la diáspora copta para protestar contra la reciente violencia
sectaria registrada contra las comunidades cristianas coptas en diversas
zonas del territorio egipcio. La intervención, dada a conocer a
principios de agosto por el Patriarcado copto ortodoxo, ha querido
representar una negación clara y autoritaria con respecto al amplio
programa de iniciativas y manifestaciones especialmente en los EE.UU.,
donde ya a finales de julio los militantes de grupos coptos habían
organizado una sentada frente a la Casa Blanca. En su intervención, el
primado de la Iglesia copta ortodoxa ha subrayado que estos fenómenos
pueden “causar graves daños a Egipto y crear vergüenza entre los
líderes”, hasta el punto de fomentar conflictos con las autoridades
civiles. Las manifestaciones en cuestión, según el Papa Tawadros, “no
obtienen ningún resultado” sino solo el de “distorsionar la imagen de
Egipto” tanto dentro de las fronteras del país como en el extranjero. El
patriarca también ha subrayado que “Nosotros, en Egipto, sabemos
responder mejor a nuestros problemas y contratiempos”, y ha pedido “por
el amor de Cristo” a todos los grupos de la diáspora que pongan fin a
las manifestaciones de protesta que ya están en calendario. “Las
circunstancias actuales”, ha agregado el Papa Tawadros “son muy
diferentes de las de hace cinco o diez años, y no podemos seguir
tratando con métodos viejos los eventos en vía de evolución”.
A finales de julio ambientes del Patriarcado
copto ortodoxo habían avisado contra las posibles instrumentalizaciones,
pidiendo que no se organizase en el extranjero, movilizaciones y
campañas públicas que pudiesen ser percibidas como intentos de
“interferencia” en los asuntos internos egipcios ejecutados por
organizaciones y grupos extranjeros.
El escritor egipcio Michel Fahmy había argumentado con dureza contra
estos eventos, organizados por miembros de la diáspora egipcia copta,
calificándolos como actos “de estupidez o de traición”.