Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 22/08/2016) - “Exigimos que la comunidad internacional, y
en particular el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas bajo
presión de los Estados miembros de la UE, apliquen todas las medidas
necesarias para poner fin lo antes posible a las masacres en la zona de
Beni, en el noreste de la República democrática del Congo”, se lee en la
petición lanzada por la Red Paz para el Congo.
Un comunicado enviado a la Agencia Fides recuerda que en esa área, “se
han producido y se siguen produciendo masacres terribles, muchas
personas de etnia Nande han sido asesinadas, los brazos de muchos niños
amputados, mujeres violadas y evisceradas, familias enteras masacradas y
brutalmente asesinadas” .
El 14 de mayo del 2016 los coordinadores locales de los grupos de la
sociedad civil de Beni, Butembo y Lubero denunciaron en una carta
abierta el asesinato de 1.116 personas, mientras que otros 1.470
secuestros registrados oficialmente se han producido en los últimos dos
años. “La secuencia incesante de asesinatos brutales contra la población
indefensa en varios pueblos de la zona, que continúa a pesar de la
presencia del ejército congoleño y de las fuerzas de la ONU, es muy
preocupante y hace entrever un diseño criminal completado con crueldad
escalofriante para barrer con la violencia y el terror a los habitantes
civiles de la zona”, dice la Red Paz para el Congo.
En la petición se pide que se promueva una investigación sobre los
crímenes cometidos en esta zona de la República Democrática del Congo
ante la Corte Penal Internacional, la Corte Africana de Derechos Humanos
y de los Pueblos, la Corte Internacional de Justicia de La Haya; se
pide también que el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos
Generales y Política de Seguridad promueva con urgencia una
investigación a nivel europeo e internacional sobre estas masacres;
además que la Unión Europea evalúe el envío de un representante especial
a la zona de Beni para preparar un informe que pueda presentarse con la
mayor urgencia al Parlamento Europeo, a los gobiernos de los Estados
miembros y a las instituciones europeas más altas; que se de a la misión
MONUSCO de las Naciones Unidas, además del mandato de observación, la
facultad de interposición en la zona de Beni, y que se le da la
oportunidad de defenderse y proteger a la población civil de manera efic
az y
eficiente contra el aumento de la violencia de los milicianos; que, dado
que el comercio ilegal de minerales es la fuente primaria de apoyo a
los grupos armados que operan en el noreste del Congo, la Unión Europea
debe aprobar y poner en práctica tan pronto como sea posible, la
regulación de los “minerales de conflictos”, recientemente negociado,
que prevé una estrecha vigilancia con el fin de adoptar todas las
mejoras posibles para contrarrestar la financiación de conflictos.
El Papa Francisco después del Ángelus en la solemnidad de la Virgen
María había denunciado el “silencio vergonzoso”
con el que se cubren los crímenes cometidos en Kivu del Norte.