Johannesburgo, SUDÁFRICA (Agencia Fides, 23/08/2016) - “La celebración pacífica de las
elecciones es un buen presagio para la estabilidad de nuestro sistema
político”, afirman los Obispos de Sudáfrica en un mensaje en el que
muestran su alegría por el correcto desarrollo de las elecciones
municipales del 3 de agosto.
“La población de Sudáfrica puede llevarse el mérito de que las
elecciones locales hayan sido definidas por todos como libres y justas.
La democracia como tal ha ganado” afirman los obispos que elogian el
trabajo de la Comisión Electoral Independiente y expresan su
agradecimiento “a la Comisión de Justicia y Paz y a los diversos
observadores de nuestra Iglesia que han servido patrióticamente a la
nación. Damos gracias a Dios por la creciente madurez de nuestra
democracia y elogiamos a todos los partidos políticos por aceptar el
resultado”.
La votación ha reforzado al principal partido de oposición, la
Democratic Alliance (DA), mientras que el ANC (African National
Congress), el histórico partido de Nelson Mandela, en el poder desde
1994, ha sufrido un importante revés. “El resultado electoral – escriben
los obispos - podría ser el anuncio de una nueva fase en la historia de
nuestra democracia que incluya gobiernos de coalición, políticas
realistas de oposición y una mayor rendición de cuentas en el ejercicio
del poder”.
Por ello se pide “a los diferentes partidos políticos que eviten la
mentalidad según la cual 'el ganador se lleva todo'. Nuestro país se
enfrenta a problemas sociales dramáticos: el desempleo, la desigualdad,
el racismo, la violencia, el abuso de drogas y la familia
desestructurada”. Por todo esto se insta a los políticos a cuidar de
estas heridas recordando que “la calidad de vida de la nación se mide
por la atención prestada a los pobres, a los niños de todas las edades y
a las personas marginadas”.
“En esta elección, nuestra población ha hablado; pide un cambio; espera
un servicio y está cansada de la corrupción, de la mala administración y
de ser ignorada. Dios estará con nosotros si creamos un futuro basado
en el respeto de la dignidad humana”, concluyen los Obispos.