CIUDAD DE MÉXICO (Agencia Fides, 01/06/2017) – “La Iglesia en México es consciente
de que en este momento nuestra patria atraviesa un período de crisis, en
donde el crimen lacera impunemente a la nación, a causa de
organizaciones delictivas que han ampliado sus redes violentando la paz,
lo que ha traído consigo, la muerte de varios soldados y marinos,
'héroes anónimos', que son padres de familia, hijos de muchas madres,
colegas y amigos. Es por ello que expresamos nuestra solidaridad con los
familiares de todos aquellos marinos y militares que han abrazado
generosamente esta vocación y que en el cumplimiento de la misma, han
perdido la vida, a causa de la cerrazón y la avaricia de unos pocos, que
se aprovechan de la ignorancia y las miserias de muchos”.
Así lo escriben Su Exc. Mons. Miguel Ángel Alba Díaz, obispo de La Paz,
Responsable de la Dimensión Pastoral de las Fuerzas Armadas y Su Exc.
Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, Secretario General de la
Conferencia Episcopal Mexicana, obispo auxiliar de Monterrey, en un
mensaje publicado con motivo del día de la Marina, recibido en la
Agencia Fides.
“Tanto los marinos, como los militares, están llamados a la santidad
desde su vocación, – está escrito en el texto -, porque ejecutan un
trabajo extensivo en defensa del país, y porque su vocación militar les
exige un alto grado de responsabilidad. Su presencia en múltiples puntos
de la república, da tranquilidad y esperanza a la ciudadanía que se
siente atemorizada por las manifestaciones de violencia y de las cuales
muchos han sido víctimas”.
El mensaje cita al Papa Francisco, que ha pedido a los miembros de las
fuerzas armadas, ser “instrumentos de reconciliación, sembradores de paz
y constructores de puentes, para que con su colaboración sea posible
contribuir a un orden fundado sobre la verdad, la justicia, el amor y la
libertad”.
Garantizando la oración para que Dios, nuestro Padre amoroso, conceda a
los marineros y militares el don de la vida, y para que no se vean
tentados a quebrantar su vocación de servicio a la patria, a las
instituciones y al pueblo de México, que tanto los necesita, los obispos
concluyen con un llamamiento a las autoridades para que “sean sensatos
en la ejecución de sus estrategias para la búsqueda de la paz, en favor
del clamor de los más pobres y vulnerables”.