Erbil, IRAQ (Agencia Fides, 26/09/2017) – El Departamento de Estado USA muestra rapidez y
concreción cuando se trata de asignar fondos a los Rohingya, la minoría
musulmana afectada por la violencia y la discriminación en Myanmar, pero
se vuelve lenta y reacia a la hora de implementar las indicaciones del
Congreso sobre la necesidad de apoyar incluso a nivel económico a los
cristianos, yazidas y otras minorías que en Iraq han sido perseguidos
por los yihadistas del autoproclamado Estado Islámico (Daesh). Estos son
los argumentos utilizados por los activistas y militantes
estadounidenses para pedir a la actual administración estadounidense que
siga planes de acción concretos para ayudar a las comunidades
cristianas de Oriente Medio.
El jueves 21 de septiembre, el Departamento de Estado de los Estados
Unidos anunció la decisión de proporcionar un paquete de ayuda
humanitaria a los Rohingya por un valor de 32 millones de dólares. El
día anterior, el secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson, en
una conversación con la líder birmana Aung San Suu Kyi, instó al
gobierno y a la milicia birmana a “hacer frente a las preocupantes
denuncias de abusos y violaciones de derechos humanos”.
El interés de la actual administración estadounidense por el asunto
Rohingya ha sido criticado recientemente por militantes individuales y
grupos estadounidenses que participan en campañas de apoyo a los
cristianos en Oriente Medio. Según estas críticas, la apremiante
solicitud mostrada hacia los Rohingya contrasta con la lentitud mostrada
por el mismo Departamento de Estado para estnaciar los fondos ya
asignados por el Congreso de Estados Unidos a los cristianos, yazidas y
otras minorías afectadas por la violencia yihadista en Iraq. En esta
cuestión, ha intervenido entre otos, Stephen Rasche, Asesor General de
la Archidiócesis Caldea de Erbil, colaborador estadounidense del
arzobispo caldeo Bashar Warda, - según lo informado por “The Washington
Free Beacon” - quién ha elogiado la disposición mostrada por el gobierno
de Estados Unidos en ayudar a los Rohingya, pero también ha expresado
su preocupación por el hecho de que el gobierno de los Estados Unidos
haya
proporcionado hasta ahora “muy poca o ninguna ayuda” a las comunidades
cristianas iraquíes, como “cristianos, yazides y otras minorías
religiosas que son víctimas de genocidio en Iraq”.