Yangon, MYANMAR (Agencia Fides, 29/09/2017) – El Ministerio de Asuntos Religiosos y Cultura
de Myanmar ha presentado al Parlamento un proyecto de ley contra los
“discursos de odio”. La medida será discutida en el pleno y sometida a
los legisladores para eventuales cambios. Según la información de la
Agencia Fides, el texto define y reconoce las “palabras de odio” y
establece algunos castigos para los individuos o grupos que las
promueven. Hace un año se redacto y discutió un proyecto de ley en
varios grupos interreligiosos de la sociedad civil birmana, para tratar
de detener a quienes difunden o incitan el odio y a la violencia en
discursos públicos y en la red o promueven la difamación y la calumnia.
Según los observadores, uno de los fenómenos que ha generado la
necesidad de una medida de este tipo es la presencia de grupos budistas
extremistas (como el movimiento budista “Ma Ba Tha”, dirigido por el
monje Ashin Wirathu,) que han elevado el nivel de las tensiones
interreligiosas en la sociedad birmano.
Joseph Kung Za Hmung, laico católico de Yangon, fundador de la Ong
católica “Community Agency for Rural Development”, que trabaja junto con
Cáritas Birmania, y preside el Instituto de Educación Católico “San
José” en Yangon, dice a Fides: “La ley es necesaria debido a la
presencia en el país de monjes budistas extremistas que abiertamente
promueven el odio y la violencia en lugar de la compasión y la
misericordia. En un país como el nuestro, con una gran mayoría budista,
éstos pueden seguimiento y dañar la convivencia entre religiones. Es por
eso que el ministerio está tratando de detenerlos por medios legales.
La ley sería un paso adelante, pero es cierto que a veces se
necesitarían medidas contra el terrorismo para detener la violencia
indiscriminada contra los grupos minoritarios étnicos o religiosos”.
Por otro lado, los líderes de la sociedad civil reafirman la necesidad
de preservar la libertad de expresión en el país: “La ley podría ampliar
el poder de censura gubernamental, y en ese caso estaría profundamente
equivocada y no ayudaría a prevenir conflictos. En Myanmar es necesario
establecer un nuevo enfoque para fomentar el respeto, el pluralismo y la
diversidad y es urgente abrir un espacio de diálogo en la sociedad:
esto es lo que realmente tiene el potencial de prevenir la violencia y
la discriminación”, señala una nota de la Ong “Artículo 19” que trabaja
internacionalmente para proteger la libertad de expresión.
La ley presentada al Parlamento ha sido inmediatamente vinculada con la
actual situación trágica de la minoría musulmana rohingya en el estado
birmano de Rakhine. El pasado mes de agosto, la Comisión Independiente,
nombrada por Aung San Suu Kyi, dirigida por el ex Secretario General de
la ONU, Kofi Annan, publicó su informe final sobre la situación en el
Estado de Rakhine, presentando algunas recomendaciones para mejorar las
relaciones entre las comunidades musulmanas y budistas.
La Comisión invita al Gobierno de Myanmar a combatir activamente “el
lenguaje del odio”, incluso mediante un “marco jurídico sólido”. Sin
embargo, además de las acciones legislativas, es necesario “promover la
tolerancia a través de la educación cívica, las actividades culturales y
la sensibilización, para eliminar la desinformación sobre la religión”.
En la comunidad católica birmana, se ha proclamado el 2017 como “Año de
la Paz” y los obispos han pedido a los fieles en todas las diócesis que
recen y trabajen fomentando conciencia para la paz en la nación. En este
marco se están promoviendo seminarios y conferencias sobre el tema de
la reconciliación y la convivencia interreligiosa en el país, para
contribuir a remarcar la necesidad de frenar la propagación del odio y
la violencia en la sociedad birmana.