Port au Prince, HAITÍ (Agencia Fi, 29/09/2017) – Tan sólo siete meses después de asumir
el cargo de Presidente de la República de Haití, Jovenel Moïse debe
enfrentarse a una situación que lo pone a dura prueba. La población no
acepta el presupuesto para el ejercicio 2017-2018, que entrará en vigor
el 1° de octubre. La Ley sobre Finanzas ya ha sido publicada en el
periódico oficial de Le Moniteur y por el momento no hay forma de
retroceder. Para contrarrestar la creciente inquietud social que
conducirá a una fuerte tensión, Jovenel Moïse quiere renovar el diálogo
“permanente” con los “grandes sectores de la sociedad haitiana”.
Después de reunirse con los representantes del poder estatal el 26 de
septiembre, que habían recibido solicitudes y peticiones de magistrados,
jueces y funcionarios de la administración pública, el miércoles 27 de
septiembre, el Jefe de Estado se reunió también con la Conferencia
Episcopal de Haití.
Según un comunicado de la Secretaría de la Presidencia de la República,
los temas principales del debate fueron los relacionados con la
situación socio-política actual del país y sobre las vías de cooperación
para facilitar un clima favorable para el desarrollo socio-económico en
Haití.
El Presidente Moïse “está muy satisfecho del nivel de las discusiones”,
se lee en el comunicado de prensa, y ha tomado nota de las
recomendaciones de la Conferencia Episcopal, continua el texto sin
entrar en detalles. El Jefe de Estado “tiene la intención de continuar
las consultas con las principales instituciones sobre las que se basa
nuestra nación, para alcanzar la cohesión necesaria para guiar al país
hacia un buen puerto”, concluye el comunicado.
En Haití, el país más pobre y sufrido de toda América, la Iglesia
Católica goza de buena estima entre la población y está constantemente
presente en todas las situaciones de necesidad, no sólo ante las
terribles catástrofes naturales. La situación política y social del país
proviene de un período complejo y turbulento,
donde la voz de la Iglesia ha evitado en muchas ocasiones choques
violentos entre los ciudadanos, debido a la mala gestión de los procesos
electorales.
El Card. Chibly Langlois, obispo de Les Cayes, el día de la toma de
posesión del nuevo Presidente (7 de febrero de 2017), dijo: “Los
problemas del país son muchos y requieren la cooperación de todos para
afrontarlos. El papel del Estado es involucrar al pueblo, garantizando
al mismo tiempo el estado de derecho”.