Puerto España, ANTILLAS (Agencia Fides, 20/09/2017) - Constatar los daños causados por los
huracanes, confortar a las víctimas y organizar las ayudas: es lo que
están haciendo las comunidades católicas de las Antillas en estos días.
“De los recientes huracanes que han golpeando las islas del Caribe
(Harvey, José, Irma), el peor ha sido Irma”, explica a la Agencia Fides
el padre J. Kaboré, Encargado de los Asuntos de la Nunciatura Apostólica
de Puerto España. “El huracán María, que se está moviendo estos días
aquí en Trinidad y Tobago, es más una tormenta tropical y parece que por
el momento no está causando daños significativos”, dice el p. Kaborè.
“Nuestra Nunciatura Apostólica – explica a la Agencia Fides – está en
constante contacto con las iglesias locales, en particular con los
obispos de las islas más gravemente afectadas, entre ellos el Obispo
Riocreux de San Martín-San Bartolomé, el Obispo S. Pinder de las Bahamas
y el Obispo LLanos en Antigua y Barbuda. Este último sector parece ser
el más afectado: Mons. LLanos, administrador apostólico de la diócesis
de Saint John's-Basseterre, nos llamó el martes 19 para avisarnos que
estaba visitando Tortola, Virgen Gorda y Anguila y que era difícil
mantener el contacto con esas islas afectadas. El obispo Luigi Secco, de
Willemstad, envió correos electrónicos explicando la situación. Muchos
grupos católicos, particularmente la Comunidad de Aguas Vivas en Puerto
España, han estado particularmente activos en la ayuda a las víctimas”.
Los obispos de la región han difundido varios mensajes para expresar su
solidaridad con las víctimas y pedir ayuda, en parte a la Conferencia
Episcopal de Estados Unidos, y también han pedido una moratoria al Fondo
Monetario Internacional (FMI) en los referente a la deuda externa. “Las
islas de Tortola, Virgen Gorda y Anguila han sufrido grandes daños -
continúa el Encargado de los Asuntos de la Nunciatura - y se encuentran
en una situación muy crítica. Creo que el obispo Llanos y su pueblo son
los que más ayuda necesitan. Me ha asegurado que tratará de mantenerse
en contacto con la Nunciatura Apostólica, pero en este momento, al
visitar las diferentes islas no hay conexión. Los Obispos están junto a
la gente, van a buscar a las familias y a llevarles consuelo”.
Según el informe redactado por la “Caribbean Disaster Emergency
Management Agency”, enviado a la Agencia Fides a través de las
Secretaria de la Conferencia Episcopal de las Antillas, “la situación es
particularmente complicada porque las British Virgin Islands están bajo
el Gobierno Británico y, para poder proceder con las ayudas hacen falta
previamente los permisos”. “Por ahora todos necesitamos ayuda, pero el
que más es el obispo LLanos y su pueblo, porque Barbuda ha sido
completamente destruida y las islas de Tortola, Virgin Gorda y Anguilla
han sufrido daños ingentes. Pido a todos que recen por esta región”
concluye el p. Kaboré.
Las diócesis más afectadas son la de Saint John’s-Basseterre (Antigua y
Barbuda, St. Kitts–Nevis, Montserrat, Anguilla y British Virgin
Islands), la parte norte de la Diócesis de Basse-Terre (y
Pointe-à-Pitre), la parte norte de la Diócesis de Willemstad (isla de
St. Martin), la Misión sui iuris de Turks y Caicos, la Archidiócesis de
Nassau (Bahamas).