Nueva York, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 20/09/2017) – La nueva investigación realizada
conjuntamente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y por
la Walk Free Fundation, en colaboración con la Organización Mundial para
las Migraciones (OIM), revela el alcance real de la esclavitud moderna
en el mundo.
Los datos, divulgados durante la Asamblea General de las Naciones Unidas
en estos días, muestran que más de 40 millones de personas en el mundo
son víctimas de la esclavitud moderna y que 152 millones de niños entre 5
y 17 años están en situación de trabajo infantil. La OIT presentó
además un informe asociado que confirma que alrededor de 152 millones de
niños son obligados al trabajo infantil y no se trata de algo elegido
por ellos.
Las nuevas estimaciones muestran además que las mujeres y las niñas se
ven afectadas de manera desproporcionada por la esclavitud moderna: son
el 71 por ciento del total, casi 29 millones. Las mujeres representan el
99 por ciento de las víctimas del trabajo forzoso en la industria del
comercio sexual y el 84 por ciento de los matrimonios forzosos. La
investigación revela que entre las 40 millones de víctimas de la
esclavitud moderna, alrededor de 25 millones han sido víctimas del
trabajo forzoso, y 15 millones de matrimonios forzosos para los cuales
no habían dado su consentimiento.
El trabajo infantil sigue concentrándose sobre todo en el sector de la
agricultura (70,9 por ciento). Casi uno de cada cinco niños trabaja en
el sector de los servicios (17,1 por ciento) mientras que 11,9 por
ciento trabaja en la industria.
Esta 72 Asamblea General de las Naciones Unidas, que ha realizado las
primeras sesiones del 12 al 18 de septiembre, celebrara la sesión final
del 19 al 25 de septiembre, en Nueva York.
El 12 de septiembre, Mons. Ivan Jurkovič, Observador permanente de la
Santa Sede ante las Naciones Unidas, había declarado: “Es el momento de
pasar de la ley a la acción” porque “las formas contemporáneas de
esclavitud, servidumbre trata de personas y trabajo forzado, deben ser
afrontadas desde la raíz”. “Las nuevas formas de esclavitud moderna
deben ser abolidas como se hizo con la esclavitud del mundo antiguo:
adoptando una nueva visión del ser humano y de su dignidad a través de
la legislación, la instrucción y la conversión de las mentes”.
Mons. Ivan Jurkovič ha terminado su intervención afirmando que “todos
debemos ser conscientes de estas situaciones dramáticas y trabajar para
erradicar las nuevas y atroces formas de esclavitud humana. Cada vez es
más evidente que hoy nos encontramos ante un fenómeno global que supera
los límites de cualquier ciudad, comunidad o país”.