Yangone, MYANMAR (Agencia Fides, 26/09/2017) – “Los recientes y trágicos acontecimientos en
nuestro país que afectan a miles de musulmanes, hindúes y otros han
atraído la preocupación mundial. El inicio de la violencia y la
respuesta agresiva son deplorables. Sentimos gran compasión hacia miles
de musulmanes, hindúes y poblaciones como los rakhine, mro y muchos
otros que están desplazados. Esta es una tragedia que no debería
suceder. Sostenemos firmemente que las respuestas agresivas sin
políticas integradas para construir una paz a largo plazo son
contraproducentes”, dice el cardenal Charles Maung Bo en una declaración
enviada a la Agencia Fides, interviniendo sobre la crisis de refugiados
rohingya en el oeste de Myanmar, que ocupa las crónicas
internacionales. A dos meses de la llegada del Papa FRANCISCOa Myanmar
(27-30 de diciembre), el Cardenal expresa la esperanza de un “futuro
sanador” para las heridas que afligen al país.
En el texto de la declaración enviada a la Agencia Fides, el cardenal Bo
comparte “la preocupación expresada por Aung San Suu Kyi en su reciente
discurso ante la ONU, por todas las formas de violencia”, y tomando
nota de los ataques que ha sufrido por parte de la prensa occidental,
señala que “estigmatizar su respuesta es contraproducente”. El Cardenal
recuerda a todos “las difíciles circunstancias en que Aung San Suu Kyi
ha asumido un papel en el gobierno, los muchos desafíos humanitarios que
su gobierno ha tenido que afrontar en poco tiempo, el papel de los
militares impuesto por la constitución en tema de seguridad”.
El Cardenal comparte las cuestiones planteadas acerca de los derechos de
las personas que viven en el estado de Rakhine, del regreso de los
refugiados, del trabajo de desarrollo y promoción social y señala que
Aung San Suu Kyi ha “establecido una comisión especial para implementar
las recomendaciones de la Comisión Kofi Annan”: una digna iniciativa de
reconocimiento y cooperación de la comunidad internacional.
“Todos nosotros debemos pasar de un pasado herido a un futuro de
curación. Que la lección del pasado ilumine nuestro futuro. La paz
basada en la justicia es posible, la paz es el único camino posible”,
concluye el texto.
En la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas, Myanmar ha
rechazado toda acusación de “limpieza étnica”, un mes después del
estallido de la violencia que ha obligado a unos 400.000 musulmanes
rohingya a huir a la vecina Bangladesh. Según el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados, la situación de la población
musulmana no ha mejorado y se necesita urgentemente asistencia
humanitaria.