Nebek, SIRIA (Agencia Fides, 12/12/2017) – Todavía no tenemos noticias sobre el paradero
del jesuita romano Paolo Dall'Oglio, secuestrado por unos desconocidos a
finales de julio de 2013 mientras estaba en Raqqa. Pero los monjes y
monjas de la comunidad monástica de Khalil Allah, que él fundó en el
monasterio sirio restaurado de Deir Mar Musa, a pesar de haberse
dispersado por el mundo debido a la guerra, han lanzado una carta de
Navidad en la que cuentan a amigos y familiares los sentimientos y las
obras que marcan su camino hacia la fiesta que celebra el nacimiento de
Jesús en Belén. En la misiva también dan noticias sobre las iniciativas
puestas en marcha en el último año por los miembros de la Comunidad. Y
se explica que la “casa madre” de Deir Mar Musa en el último año también
ha podido retomar las actividades pastorales y de acogida dirigidos a
los peregrinos tanto cristianos como musulmanes. “El valle de nuestro
monasterio” se lee en la carta, recibida
también en la Agencia Fides “se ha vestido de un afascinante vestido
rojo hecho de flores de amapola esparcidas por doquier.
Con la llegada
de la primavera este año pudimos experimentar, por primera vez después
de los largos años de guerra, una enorme alegría al ver el ingreso de la
vía que conduce al monasterio lleno de movimiento por la presencia de
muchas familias que venían de visita desde Nebek. Los viernes hemos
recibido siempre cientos de visitantes. ¡Que alegría al ver a las
familias cristianas y musulmanas salir de nuevo juntas para recibir la
bendición del lugar santo. Cuanta consolación al recibir las visitas de
chicos y chicas musulmanes de Nebek que llegan aquí para enseñar el que
consideran 'su monasterio' a amigos y compañeros cristianos de otras
zonas que no lo conocían! Y que emoción cuando algunas mujeres
musulmanas se acercaron a las religiosas para pedir oraciones por una
intención personal”.
Los monjes y monjas de Deir Mar Musa
recuerdan también las visitas de muchos grupos (jóvenes, mujeres,
familias, catequistas, scout…) de varias parroquias y también de
escuelas de las ciudades cercanas. Y expresan alegría por el entusiasmo
del párroco de la iglesia Siro Católica de Nebek, el padre Saed Massouh y
por su frecuente presencia en el monasterio acompañado por varios
grupos de la parroquia, especialmente de jóvenes.
“El monasterio de
Hayek” ha sido liberado “del polvo debido a la guerra abriendo las
proprias puertas para acoger a los visitantes que han llegado para pasar
un periodo de oración y de meditación, lejos del ruido de la ciudad y
de las preocupaciones de la vida, para regresar cargados de fuerza para
hacer frente a los desafíos de la vida cotidiana”.