Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 11/12/2017)- “Es difícil atribuir la autoría del ataque a
un grupo concreto porque la información, por el momento, es escasa”,
asegura a la Agencia Fides el padre Loris Cattani, misionero javeriano y
componente de la Red de Paz para el Congo refiriéndose a la masacre
contra 15 casos azules llevada a cabo por un grupo armado que asaltó la
base de la misión de la ONU en Semuliki, en Kivu Norte, República
Democrática del Congo. El ataque comenzó sobre las 5 de la tarde del 7
de diciembre y duró entre 3 y 4 horas. Como resultado murieron 15
personas y 53 fueron heridas, entre ellas soldados y personal de la ONU,
todos de nacionalidad tanzana.
Se ha atribuido el asalto al ADF (Allied Defense Forces), un grupo de
origen ugandés que desde hace décadas aterroriza la zona. El padre Loris
no está convencido de este dato y recuerda las declaraciones del
Secretario General de la ONU, Antonio Guterres que “no confirmó que los
autores de la masacre fueran hombres del ADF”.
“No creo que el ADF tenga la capacidad de atacar una base de la ONU”,
asegura el padre Loris. “La ONU dice que ha sido un asalto bien
preparado y organizado. Lo primero que han atacado ha sido el centro de
comunicaciones del campo militar impidiendo a los cascos azules
comunicarse con sus compañeros para pedir el envío de refuerzos y
helicópteros desde otras bases. Algunos de los atacantes parecía que
llevaran uniformes del ejército regular congolés”.
“Hay quien dice que la masacre de los cascos azules ha sido cometida u
organizada por alguien que quiere el fin de la MONUSCO”, dice el
misionero. “Que haya habido presión por parte de grupos armados locales
como el ADF o los Mayi Mayi es secundario. Quien ha provocado el asalto
es alguien que quiere, o la reducción, o la cancelación de la misión de
la ONU. Es decir, los gobernantes”. “Es necesario recordar que, a un
kilómetro de la base de la MONUSCO hay un campo del ejército congolés
cuyos militares acuden a la base de la ONU a diario para recibir
alimentos. Según las noticias, no confirmadas aún, los asaltantes
habrían aprovechado esta circunstancia para entrar en el campo de la ONU
llevando uniformes del ejército regular sin provocar así las sospechas
de los cascos azules. Son detalles que se han de verificar aún. No se
trataría tampoco de la primera vez que grupos armados actúan usando
uniformes del ejército regular”, concluye el padre Loris.
La República Democrática del Congo está inmersa en una crisis política e
institucional desde diciembre del 2016, fecha en la que deberían
haberse celebrado las elecciones presidenciales al término del segundo y
último mandato del presidente Josesph Kabila, que se prolongó en virtud
del acuerdo de San Silvestre del 31 de diciembre de 2016 hasta finales
de 2017, para permitir las elecciones presidenciales que finalmente se
llevarán a cabo el 23 de diciembre de 2018.