Dili, TIMOR ORIENTAL (Agencia Fides, 13/12/2017) A pesar de que está pasando por una etapa política
turbulenta con un gobierno recién nacido y ya con problemas -cuenta con
una ajustada mayoría en el Parlamento - Amudi Mari Alkatiri Bin se ha
convertido en primer ministro musulmán de un país con una amplia mayoría
católica. En funciones desde septiembre de 2017, las dificultades se
enfrenta en la actualidad a dificultades políticas y económicas
(legislación presupuestaria, empleo juvenil, negociaciones con Australia
por la explotación del petróleo) que, sin embargo, nada tienen que ver
con la religión. Es este un buen síntoma de pluralismo y madurez para
una nación joven (independiente desde 2002) y que tiene un 60% de la
población menor de 25 años.
Segñun explica a Fides Acacio Pinto, joven investigador católico de
Timor, experto en cuestiones económicas y sociales: “Timor Oriental, con
aproximadamente el 97% de los católicos, es el país más católico de
Asia. Sin embargo, no es un país teocrático o que tenga como religión de
estado la fe católica. La Constitución reconoce la contribución de la
Iglesia Católica a la autodeterminación del pueblo, pero mantiene el
principio de la libertad religiosa. Por tanto, no hay ningún problema en
que el primer ministro Mari Bin Amudi Alkatiri sea un musulmán del
histórico Partido Revolucionario de Timor-Leste Independente (Fretilin).
Este es su segundo mandato como jefe ejecutivo. El primero fue cuando
Timor-Leste restableció su independencia en 2002 aunque después
decidiera dimitir en 2006 debido por los disturbios políticos y
militares”.
Pinto continúa: “A pesar de tener una religión diferente de la mayoría
de la población, en una sociedad pluralista como Timor Oriental Alkatiri
no se ha visto exento de prejuicios por parte de los principales
líderes o partidos políticos. Sus capacidad de gestión, así como la
reputación de ser escrupuloso con las políticas fiscales, han atraído a
muchos ciudadanos, incluidos los líderes de la Iglesia Católica. El
obispo Basilio do Nascimento, al frente de la diócesis de Baucau, por
ejemplo, expresó su opinión favorable a que Alkatiri sea el primer
ministro del país.
Tendremos que ver si el gobierno logra superar esta fase crítica ahora:
“La incertidumbre política actual se debe al hecho de que su partido
está teniendo problemas en el Parlamento. Veremos permanecerá o no hasta
el final del año. Pero si el ejecutivo cae, no será por un factor
religioso”, concluye Pinto.