Colombo, SRI LANKA (Agencia Fides, 15/01/2018) - La iglesia en Sri Lanka está muy compormetida
con la promoción de la armonía religiosa y con la construcción de una
sociedad pacífica y reconciliada, después de las heridas de la guerra
civil. Los cristianos intentan estar presentes en todos los sectores de
la sociedad, a través de servicios sociales, programas educativos y
servicios sanitarios: lo explica a la Agencia Fides la hermana W.
Jeewani Fernando, de las Hermanas de la Inmaculada Concepción de
Castres. Los líderes de diferentes religiones – señala - han formado un
movimiento común para promover la armonía religiosa y la paz en la
sociedad.
“Estamos llamados a vivir en paz y armonía y a trabajar por el bien
común de la sociedad. La Iglesia trata de relacionarse con otras
comunidades religiosas con solidaridad y amor” agrega la Hermana
Fernando, señalando que “la responsabilidad de trabajar por el progreso
de la sociedad srilankese pertenece a todos”.
Sri Lanka, una nación insular, ha sufrido mucho en el pasado debido a la
guerra civil y los movimientos guerrilleros. Después del final de la
guerra civil entre singaleses y tamiles “la nación está haciendo
esfuerzos para fortalecer la paz y la armonía”, dice la religiosa.
En Sri Lanka, una nación de 21 millones de habitantes, las tensiones se
centran en las diferencias entre la mayoría étnica de singaleses, que
representa aproximadamente el 74% de la población, y una minoría étnica
tamil, compuesta por hindúes y cristianos. Además otra comunidad
musulmana en su mayoría descendientes de comerciantes árabes y malayos,
se suma a la composición de la sociedad.
Un cierto movimiento nacionalista, influenciado religiosamente, surgió
en los años posteriores a la independencia (1948), cuando una coalición
singalesa-budista liderada por Solomon Bandaranaike intentó apoyar a la
mayoría, en respuesta a las acusaciones de que el gobierno colonial
británico había favorecido a los tamiles para los puestos de trabajo en
la administración pública. Los tamiles se opusieron a este renacimiento
del nacionalismo budista y así comenzaron las tensiones étnicas y la
violencia que degeneraron en una guerra civil que costó más de 100.000
vidas durante casi tres décadas antes de que los insurgentes tamiles
fueran finalmente derrotados en 2009.
Actualmente, mientras la economía se encuentra en un estado bastante
frágil, el extremismo y el nacionalismo prosperan en situaciones de
malestar general. Para complicar las cosas, hay que añadir que los
budistas de Sri Lanka siguen la tradición Theravada que es más
conservadora que la tradición Mahayana.
Mientras que los budistas son más del 70% de la población (ya en el 200
a.C. el budismo era religión oficial en Sri Lanka), los hindúes
representan el 16% de la población y son dominantes en las provincias
del norte y este de la isla. Alrededor del 8% de los habitantes de Sri
Lanka pertenecen al Islam (llegó en el siglo XV con los comerciantes
árabes), mientras que los cristianos representan el 8% de la población
de Sri Lanka, y en su mayoría son católicos.
El cristianismo llegó por primera vez a Sri Lanka con los portugueses en
el siglo XVI. El catolicismo se difundió y fueron instituidas muchas
escuelas católicas para singaleses y tamiles. Con la llegada de los
holandeses se extendió la iglesia reformada holandesa y en el 1772 los
cristianos eran el 21% de la población, un porcentaje que disminuyó con
el fin del dominio colonial.