Kolowaré, TOGO (Agencia Fides, 15/01/2018) – “El año que acaba de terminar ha estado
marcado por momentos graves de tensión debido a la crisis socio-política
que atraviesa todo el país y, en particular, nuestra región central de
Togo. No es fácil, ante disturbios de toda clase y violencia sin
precedentes, ser artesanos de la paz. Tratamos de serlo a nuestra
manera, en nuestra vida cotidiana”: así lo dice a la Agencia Fides la
hermana Antonietta Profumo, de la comunidad de Nuestra Señora de los
Apóstoles, responsble del centro de salud en Kolowaré. “En nuestro Centro de Salud hemos recibido a numerosos
enfermos, jóvenes y ancianos de todas partes del país”, continúa la
religiosa. “Gracias al apoyo de muchos benefactores, hemos podido tratar
a un gran número de necesitados y ofrecerles lo necesario para mejorar
su salud. Varios niños desnutridos han podido adquirir una nueva vida y
salud, recuperar su forma y regresar con alegría a sus aldeas.
Esta es nuestra contribución para promover el desarrollo, la paz y el
bien común del país”, continúa.
“Nuestros 53 pacientes con SIDA han podido participar en iniciativas
pastorales organizadas para ellos. Han sido semanas llenas de
iniciativas para ellos y para los animadores, momentos vividos en la
alegría de estar juntos y de formarse en el compartir. Han tenido cursos
de repetición ofrecidos por los chicos del pueblo, películas, juegos,
bailes pero también exámenes médicos, análisis más profundos, reuniones
grupales”, dice la hermana Antonietta.
Además, “el proyecto de intervención para el tratamiento de las
cataratas ha continuado durante todo el año. 149 personas han sido
operadas y otras están en lista de espera. Esperamos que el oftalmólogo
pueda visitar también e estos últimos. No nos cansamos de soñar con un
mundo bueno y fraterno, donde cada persona tenga su lugar con dignidad y
amor. El coraje nos llega de nuestra fe en el Señor, del amor que su
Evangelio y su pan de vida siembran en nuestra existencia”, concluye la
religiosa.