Boa Vista, BRASIL (Agencia Fides, 14/02/2018) - “Los ataques racistas contra los migrantes
venezolanos en Roraima, Brasil, requieren una atención especial por
parte de las instituciones y de la comunidad internacional. Cada
frontera del mundo, se está convirtiendo en un lugar delicado donde, en
lugar de conforto y acogida, el que manda es el odio entre etnias”. Lo
afirma en una nota enviada a la Agencia Fides, la hermana Neusa de
Fátima Mariano, Superiora General de las Hermanas Misioneras
Scalabrinianas, quienes desde su fundación se ocupan de la acogida de
inmigrantes y están presentes también en Roraima.
Según la información de la Agencia Fides, en los últimos días se han
producido al menos tres ataques incendiarios confirmados por la policía,
contra inmigrantes venezolanos en Boa Vista, capital del estado de
Roraima, cerca de la frontera con Venezuela, en el mismo barrio donde
están presentes un gran número de venezolanos que se han visto obligados
a abandonar su país. Los incendios también han causado lesiones graves
por quemaduras y daños materiales.
El primero ocurrió el 31 de enero en un lavado de autos. No hubo
heridos, solo daños materiales. El segundo, el 5 de febrero, documentado
por un vídeo del sistema de seguridad: un hombre arrojó un cóctel
molotov que causo un incendio en una terraza en la que dormían 31
inmigrantes venezolanos, una niña reportó quemaduras de segundo grado.
En el tercer episodio, el 8 de febrero, arrojaron otro cóctel molotov a
una casa en la que dormía una familia compuesta por trece venezolanos,
incluidos siete niños. El ataque causó quemaduras graves en diferentes
partes del cuerpo a un joven de 23 años y a su hija de 3 años. Las
autoridades han arrestado a una persona sospechosa de los tres actos
criminales.
Al menos 40,000 venezolanos han llegado a Boa Vista en los últimos
meses, la mayoría de ellos viven en condiciones precarias o en las
calles.
“En los últimos meses, muchas familias venezolanas tratan de escapar de
una dura crisis política, económica y humanitaria, -dice la hermana
Neusa-. La respuesta de las instituciones brasileñas aún no es
suficiente y esto genera temores infundados en la comunidad de Roraima,
la ciudad fronteriza a la que acuden en busca de ayuda. Es necesario que
se intervenga de forma coordinada en la integración y el análisis de
las principales vulnerabilidades, así como en acoger la exhortación del
Papa Francisco a no tener miedo, a abrirse al otro, refinando la mirada
que nos hace ver el otro no como un invasor, sino como una persona”.
Varias comunidades eclesiales y realidades del Brasil (académicas,
Cáritas, pastorales, el Instituto de Migración y Derechos Humanos ...)
han firmado un documento donde repudian y condenan tales actos xenófobos.