Antananarivo, MADAGASCAR (Agencia Fides, 14/05/2020) - Desde el 22 de marzo, los malgaches viven
en un estado de emergencia sanitaria. Desde entonces, las iglesias
están cerradas, justo en el período central de la fe cristiana; la
última semana de Cuaresma antes de celebrar la Semana Santa", dice a la
Agencia Fides el p. Martial Ramiakadaoro Director Nacional de las Obras
Misionales Pontificias de Madagascar, que describe cómo la Iglesia local
está viviendo el encierro causado por la pandemia del COVID-19.
Una de las consecuencias del bloqueo ha involucrado directamente a las
OMP "que tenían que enviar los textos para la animación de la Jornada
mundial de Oración por las Vocaciones a las 22 diócesis de Madagascar.
Los envíos fueron cancelados porque los medios de transporte también
fueron bloqueados. Utilizamos otros medios para enviar los textos de
animación a pesar de que sabíamos que algunas regiones alejadas de las
diócesis no podían acceder a ellos", dice el p. Marcial. "Además, en
Madagascar, el domingo del Buen Pastor se dedica a la recaudación de
fondos para apoyar la obra de San Pedro Apóstol, pero este año no fue
posible llevarlo a cabo porque los fieles están confinados".
Con respecto al fondo especial de las OMP para víctimas de coronavirus
en Madagascar, el p. Martial dice que "en nuestro país esta iniciativa
es difícil de llevar a cabo en este período de encierro y crisis. Pero
la Dirección nacional de las OMP está anunciando la existencia del fondo
especial en las diversas diócesis a través de los obispos. Esto no
impide que los fieles malgaches mantengan una intensa comunión de
oración con las Iglesias del mundo y que estén unidos en nuestras
Iglesias locales".
La pandemia de COVID-19, dice el director nacional no debilita la fe de
los malgaches. “En primer lugar, los fieles no cuestionan la fe en Dios a
pesar de la pandemia. De hecho, hay un despertar de su fe a pesar de
que las iglesias están cerradas. Cada vez más fieles se dedican a la
oración personal en sus hogares, aprovechando el Mes Mariano para rezar
el rosario en familia. Este evento los predispone a la busqueda de la
presencia de Dios y de su poder”.
Por último, el p. Marcial describe cómo la Iglesia se ha organizado para
ayudar a los fieles desde la distancia. “Cada diócesis se está
organizando para retransmitir la Eucaristía dominical a través de los
medios católicos para permitir que los fieles la sigan en familia.
También se transmiten programas de entretenimiento para alentar a las
personas a ayudarse y apoyarse mutuamente, a hacer gestos de solidaridad
y a compartir. Por ejemplo: fabricar mascarillas para distribuirlas de
forma gratuita al mayor número de personas posible. Distribuir alimentos
y dar asistencia a los pobres, los ancianos y los débiles. Asistencia
gratuita para todos aquellos con coronavirus”.
“El Jefe de Estado consulta a los líderes de la Iglesia en las
decisiones que deben tomarse que afectan la vida y la fe de los pueblos.
Aunque las consecuencias de la pandemia influyen en la situación social
y económica del país, como muchos otros países del mundo, la Iglesia
sigue siendo una fuente de vida y un lugar de esperanza para el pueblo
malgache", concluye el director nacional de las OMP.