El Pontífice recordando que Santa Teresa de Ávila afirmaba que la observancia rígida
quitaba la libertad, dijo: ''El Señor os llama … al modo profético de
la libertad, es decir a la libertad que está unida con el testimonio y
la fidelidad. Una madre que educa a sus hijos en la rigidez...y no deja
que sueñen...anula su futuro creativo...También la vida consagrada puede
ser estéril cuando no es profética, cuando no está permitido soñar...La
profecía, la capacidad de soñar es lo contrario de la rigidez..Y la
observancia no debe ser rígida, si lo es , es egoísmo personal...Tener
siempre el corazón abierto a lo que nos dice el Señor y llevarlo al
diálogo con el superior, con el maestro o maestra espiritual, con el
obispo, con la Iglesia...Apertura, corazón abierto, diálogo y también
diálogo comunitario... Os hablo con sinceridad: Uno de los pecados que
encuentro más a menudo en la vida comunitaria es la incapacidad de
perdón entre los hermanos, entre las hermanas... Las habladurías en una
comunidad impiden el perdón y llevan a alejarse los unos de los
otros... Son la peste de la vida comunitaria... Son una bomba que
destruye al otro que no puede defenderse porque siempre se murmura a
escondidas, no a plena luz''.
Hablando
de la inestabilidad, el Papa afirmó que siempre, desde el inicio de la
vida consagrada hasta nuestros días ha habido momentos de
inestabilidad. ''Son las tentaciones... y las habrá siempre... Santa
Teresa del Niño Jesús, decía que hay que rezar por los moribundos porque
es cuando la inestabilidad es mayor y las tentaciones más
fuertes... Culturalmente vivimos en un momento muy inestable... vivimos la
cultura de lo provisional...Y esta cultura ha entrado también en la
Iglesia, en las comunidades religiosas, en las familias, en el
matrimonio... En cambio: ¡La cultura de lo definitivo!. Dios envió a su
Hijo para siempre. No de forma provisional, a una generación o a un
país. A todos y para siempre. Este es un criterio de discernimiento
espiritual... Asumir compromisos definitivos para no disgregarse''.
Respondiendo
a otra pregunta sobre el deseo de evangelizar, el Pontífice subrayó que
el celo apostólico viene de un deseo de evangelizar que hace arder el
corazón. ''Evangelizar no es lo mismo que hacer proselitismo
-puntualizó- No somos un equipo de fútbol que busca socios o
simpatizantes... Evangelizar no es solamente convencer, es dar testimonio
de que Jesús esta vivo....Y este testimonio se da con la carne, con la
propia vida...Y aquí me gustaría, perdonad si soy algo feminista, dar
las gracias a las mujeres consagradas por su testimonio... Tenéis siempre
ganas de estar en primera línea... Porque sois madres, tenéis esa
maternidad de la Iglesia que os hace cercanas... Sois iconos de la
ternura de la Iglesia, del amor de la Iglesia, de la maternidad de la
Iglesia y de la maternidad de María''.
''Hay
otra palabra clave en la vida consagrada, memoria.Creo que Santiago y
Juan no se olvidaron nunca de su primer encuentro con Jesús, ni tampoco
los otros apóstoles... La memoria de la propia vocación. En los momentos
más oscuros, en los momentos de tentación, en los momentos difíciles de
nuestra vida consagrada, volver a las fuentes, hacer memoria y recordar
el estupor que sentimos cuando el Señor nos miró''.
También
contestó el Papa a quien le preguntó cómo fue su llamada al sacerdocio.
''No lo sé. Se que entré por casualidad en una iglesia, vi un
confesionario y salí diferente, de otra manera. Allí cambió mi vida..
¿Que me fascinó de Jesús y del Evangelio? No lo sé.. Su cercanía a
mi... El Señor nunca me ha dejado solo, ni siquiera en los momentos más
difíciles y oscuros, ni siquiera en los momentos del pecado... porque el
Señor nos encuentra siempre definitivamente. El Señor no pertenece a la
cultura de lo provisional... Nos ama y nos acompaña siempre''.
''Por
lo tanto, cercanía a la gente, cercanía entre nosotros, profecía con
nuestro testimonio, con el corazón que arde, con el celo apostólico que
calienta el corazón de los demás... y memoria;retornar siempre''.
''Quiero
terminar con dos palabras – acabó FRANCISCO- Una está...entre las
peores actitudes de un religioso: mirar su reflejo en el espejo, el
narcisismo. Guardaos de ello..Sí, al contrario a lo que despoja de todo
el narcisismo. Sí a la adoración. Creo que este es uno de los temas
centrales...Todos rezamos, damos gracias a Dios, le pedimos
favores...Pero ¿adoramos al Señor? La oración de adoración silenciosa:
''Tu eres el Señor'' es lo contrario del narcisismo. Adoración, quiero
acabar con esta palabra. Sed hombres y mujeres de adoración''.