lunes, 26 de octubre de 2015

Mujer cristiana sordomuda víctima de una violación en grupo

Kasur, PAKISTÁN (Agencia Fides, 24/10/2015 ) – Una mujer cristiana sordomuda ha sido violada por tres hombres musulmanes en su propia casa, en una aldea del distrito de Kasur, mientras todos los hombres de la familia estaban en el trabajo. La mujer ha pedido piedad, pero no la han escuchado. Según la información de la Agencia Fides, los familiares han denunciado lo ocurrido pidiendo ayuda al abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, que ofrece asistencia legal gratuita a los cristianos víctimas de abusos. El abogado está tratando de reconstruir lo ocurrido e identificar a los agresores. “Es muy difícil llegar al castigo de los responsables. A menudo en estos casos, la policía no reacciona o, peor aún, se pone de parte de los violadores”, señala el abogado a la Agencia Fides. “Las familias cristianas o los testigos sufren presión para que retiren la denuncia”, continua. “La violencia contra las mujeres y niños de las minorías religiosas, los más débiles y vulnerables, está muy extendida en Pakistán y a menudo ocurre en el silencio total: los casos y las historias no emergen y cuando los activistas hablan de ello son intimidados”, concluye.Kasur (Agencia Fides) – Una mujer cristiana sordomuda ha sido violada por tres hombres musulmanes en su propia casa, en una aldea del distrito de Kasur, mientras todos los hombres de la familia estaban en el trabajo. La mujer ha pedido piedad, pero no la han escuchado. Según la información de la Agencia Fides, los familiares han denunciado lo ocurrido pidiendo ayuda al abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, que ofrece asistencia legal gratuita a los cristianos víctimas de abusos. El abogado está tratando de reconstruir lo ocurrido e identificar a los agresores. “Es muy difícil llegar al castigo de los responsables. A menudo en estos casos, la policía no reacciona o, peor aún, se pone de parte de los violadores”, señala el abogado a la Agencia Fides. “Las familias cristianas o los testigos sufren presión para que retiren la denuncia”, continua. “La violencia contra las mujeres y niños de las minorías religiosas, los más débiles y vulnerables, está muy extendida en Pakistán y a menudo ocurre en el silencio total: los casos y las historias no emergen y cuando los activistas hablan de ello son intimidados”, concluye.