Kinshasa, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (Agencia Fides, 14/04/2016) – Ha fallecido con solo 53 años de edad, don
Benoît Kinalegu, el sacerdote católico congoleño que había lanzado la
alarma sobre la violencia cometida por el Ejercito de Resistencia del
Señor (LRA) en el noreste de la República Democrática del Congo. En
particular fue don Kinalegu el primero en denunciar la masacre cometida
por el grupo de origen ugandes en la Navidad del 2008, con el asesinato de más de 800 personas en la
región de Haut-Uélé.
“Cuando llegué con una colega a Dungu para ver si la información que
habíamos recibido era cierta, nos dijeron que la persona que teníamos
que ver absolutamente era don Benoît” recuerda en una nota recibido por
la Agencia Fides, Ida Sawyer de Human Rights Watch (HRW).
“Desde el primer encuentro nos sorprendió su coraje”, continúa la agente
de la organización que opera para la defensa de los derechos humanos.
“Acepto ayudarnos a averiguar lo que había sucedido y nos acompaño en
moto hasta lugares remotos donde habían ocurrido las masacres. Su
empatía con las víctimas, muchos de los cuales habían visto a sus seres
queridos masacrados con machetes, fue instantánea. Era amable,
reconfortante y solidario. Los trataba con respeto, prodigándose en
animarlos y asegurandoles que su grama no sería olvidado”.
Una promesa que don Benoît ha mantenido hasta el punto que el gobierno
de Estados Unidos ha enviado un cuerpo de fuerzas especiales a la RDC, a
Sudán del Sur y a la República Centroafricana (los tres países más
afectados por la incursión del LRA), para cazar a los guerrilleros
dirigidos por Joseph Kony.
Don Benoît también creó un centro en Dungu para los niños que habían
sido secuestrados por el LRA y forzados a convertirse en combatientes y
esclavos sexuales. “Les ayudaba a recuperarse, a reconstruir sus vidas y
reintegrarse en sus comunidades. Su cálida sonrisa y su naturaleza
optimista les ayudaba en su largo camino hacia la recuperación. Para
muchas víctimas del LRA y sus familias, ha sido un punto firme en los
momentos más difíciles”, concluye Ida Sawyer.
Don Benoît Kinalegu murió el 8 de abril por problemas de riñón y
circulatorios. Fue director de la Comisión “Justicia y Paz” de la
diócesis de Dungu-Doruma. En 2012, HRW le concedió el Premio Alison Des
Forges por sus esfuerzos humanitarios.