La Paz, BOLIVIA (Agencia Fides, 13/04/2016) – La Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) ha
reiterado la gravedad del problema del tráfico de drogas, que “amenaza
la convivencia pacífica y democrática del País”. Así lo afirmó ayer, en
un comunicado difundido al finalizar su Asamblea celebrada en
Cochabamba.
Los obispos han retomado el contenido de la Carta pastoral publicada
hace unos días, en la que habían lanzado la
alarma porque el narcotráfico ha llegado incluso a algunas estructuras
del estado, un mensaje que ha provocado la reacción del Presidente Evo
Morales.
En el comunicado de ayer, los obispos reconocen los esfuerzos y las
iniciativas del Gobierno en la lucha contra el tráfico de drogas, que
tiene lugar desde hace varios años, pero subrayan que “hay que tomar
medidas más decisivas por parte de todos”. Reafirman que su mensaje es
una reflexión pastoral y una llamada a un diálogo sincero en la
sociedad, con el fin de reconocer “el alcance y la gravedad del problema
que amenaza la vida pacífica y democrática del país”.
“De hecho, el tráfico de drogas, además de causar toxico-dependencia,
trae la violencia, la corrupción, la mentira, la injusticia y la
muerte”, se lee en el comunicado. Los obispos también piden que no se
tenga miedo de “esta triste realidad”, ni se caiga en la pasividad o la
resignación porque hay que “hacer frente a estas verdades incómodas
asociadas a este problema”. Ante la petición del gobierno exigiendo a
los obispos que denuncien los casos de las autoridades involucradas, los
Obispos recuerdan el caso de dos ex jefes de antidrogas de Bolivia,
detenidos en los EE.UU. y otro en Bolivia.