Baghdad, IRAQ (Agencia Fides, 13/04/2016) – La Iglesia como tal, y especialmente los
sacerdotes, de ninguna manera debería estar directamente involucrados en
las operaciones y programas para planificar y organizar el éxodo de los
cristianos iraquíes a países extranjeros, y cualquier persona que
continúe ignorando el presente reclamo asumirá su responsabilidad de su
elección incluso ante la autoridad patriarcal. Con estas palabras, el
Patriarcado de Babilonia de los Caldeos ha advertido a los agentes de
pastoral, y especialmente al clero patriarcal, para que no se involucren
directamente en la organización de la expatriación de los cristianos
iraquíes que siguen abandonando su país, siguiendo las rutas de
migración que desde Oriente Medio conducen a Europa y América.
La delicada cuestión ha sido discutida por los obispos caldeos en una
reunión reciente, realizada en Erbil, bajo la presidencia del Patriarca
Luis Raphael I. Durante su discusión de ideas – así se lee en el
comunicado final de la reunión - los miembros del Episcopado caldeo han
denunciado las operaciones ambiguas puestas en acto por individuos y
grupos que no están vinculados directamente con la iglesia, y que tratan
de explotar la condición dramática que viven muchos refugiados
cristianos para perseguir “intereses económicos, políticos y
mediáticos”. Respetando las decisiones libres de los que tratan de salir
del país para garantizar un futuro más pacífico a su familia, los
obispos advierten a los cristianos iraquíes de los peligros que a menudo
se ciernen sobre la migración ilegal que gestionan los traficantes y
organizaciones sin escrúpulos.
Las posibles víctimas de las maniobras de los que cultivan intereses en
torno a la migración de los cristianos iraquíes, son sobre todo las
poblaciones cristianas que han huido de Mosul y de la Llanura de Nínive
por la llegada de los yihadistas del auto-proclamado Estado Islámico
(Daesh), que ahora viven en condiciones precarias en Erbil y otras áreas
del Kurdistán iraquí.
En el comunicado, enviado a la Agencia Fides, los obispos caldeos
reiteran que la liberación de las regiones de Iraq ocupadas por los
yihadistas de Daesh, obviamente, no puede ser responsabilidad de la
Iglesia, pero tampoco es algo que está sólo en manos de las fuerzas
políticas locales o del gobierno de Bagdad, y sólo se podrá fomentar con
la participación de los poderes regionales y globales.