Hassaké, SIRIA (Agencia Fides, 24/06/2016) - “Lo que ha dicho el Papa sobre la definición
de 'genocidio' aplicada a los sufrimientos de los cristianos en Oriente
Medio es bello y útil, ya que nos lleva de nuevo a la realidad y nos
ayuda a no perder la visión cristiana de la experiencia del martirio,
que acompaña todo el camino de la Iglesia en este mundo”. Con estas
palabras, el arzobispo sirio Jacques Behnan Hindo, a la cabeza de la
archieparquía siro-católica de Hassaké Nísibis, a la luz de su
experiencia personal en el escenario de la guerra siria confirma la
sabiduría de las opiniones expresadas por el Papa Francisco el pasado 18
de junio, durante su encuentro con los estudiantes del Colegio
universitario Villa Nazareth.
“No me gusta, quiero que quede claro” había dicho en esa ocasión el
obispo de Roma, “cuando algunos se refieren a lo que sucede con los
cristianos en Oriente Medio como genocidio”, añadiendo que se hace un
“reduccionismo sociologico” cuando se utiliza la categoría de genocidio
para indicar “lo que es un misterio de la fe, un martirio”, y se hacen
campañas para definir “genocidio” la experiencia de la persecución, “que
lleva a los cristianos a la plenitud de su fe”. Para el arzobispo
Hindo, la definición de genocidio no se aplica a los sufrimientos de los
cristianos, ni siquiera en el plano histórico-efectivo, “porque hay
muchos más musulmanes, o sunitas, que son asesinados por apóstatas a
manos de los yihadistas fanáticos”. “Pero sobre todo - destaca el
arzobispo sirio hablando con la Agencia Fides – las campañas y las
movilizaciones también políticas para hacer que se reconozca como
genocidio las tragedias que afectan a los
cristianos, representan una forma de secularización, y terminan por
disipar en la conciencia de muchos, la percepción propia del martirio,
del modo como siempre ha sido experimentado y reconocido en la Iglesia.
Los mártires participan en los sufrimientos de Cristo, y Cristo mismo
les lleva en sus brazos, en el momento de su sufrimiento, como fue el
caso de las grandes persecuciones de los primeros tiempos”.
En algunos casos, autodenominadas “milicias cristianas” que actúan en
Siria y en el norte de Iraq, se proponen alcanzar en breve tiempo,
financiaciones y suministros militares por disposición del Congreso de
Estados Unidos. Estos préstamos - han señalado los medios de EE.UU. -
representan un potencial efecto concreto de la declaración realizada por
el mismo Congreso de Estados Unidos en la que ha calificado de
“genocidio” la violencia sufrida por los cristianos a manos del Estado
Islámico (Daesh).
“Precisamente este posible desarrollo” subraya en ese sentido el
arzobispo Jacques Behnan Hindo, “confirma el carácter instrumental y los
efectos negativos de ciertas campañas que se utilizan como
justificación para la creación de las denominadas milicias cristianas.
De este modo, incluso el cristianismo es reducido a ideología de guerra,
utilizada por grupos tribales, mientras que los cristianos, en el curso
de la historia, y a pesar de las muchas contradicciones, siempre han
reconocido que debe dejarse en manos de las instituciones estatales y
civiles el uso de la fuerza para defender al pueblo, empezando por los
más débiles. Por ello, las palabras del Papa sobre estos puntos, son una
ayuda para volver a la verdadera naturaleza del cristianismo,
liberándonos de todas sus reducciones ideológicas”.