Santiago del Estero, ARGENTINA (Agencia Fides, 25/06/2016) – “El fenómeno de la droga es una
urgencia pastoral porque afecta a todos los que formamos parte de esta
gran familia humana (ricos y pobres, jóvenes y adultos, ancianos,
hombres y mujeres). Los padres, pero también los sacerdotes, los
religiosos y religiosas, los laicos son los testigos y los primeros
protagonistas que tratan de comprender, intervenir y de proponer
estructuras comunitarias con el fin de promover la dignidad de la
persona humana”.
Es un parágrafo del mensaje que Su Exc. Mons. Vicente Bokalic CM, obispo
de Santiago del Estero , y de Su Exc. Mons. Melitón Chávez, obispo de
Añatuya, han publicado con motivo del Día mundial de la lucha contra el
uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, convocada por las Naciones
Unidas, que se celebra el 26 de junio.
El mensaje, recibido en la Agencia Fides, señala que “la droga es fruto
y, a la vez, causa de una gran decadencia ética y de una creciente
corrupción de la vida social, que carcome el tejido mismo de la
moralidad, de las relaciones interpersonales y de la convivencia civil”.
Dicho fenómeno “exige una respuesta fuerte y decidida para frenar la
degradación que deriva de ello” subraya el texto, recordando que “no es
un absurdo afirmar que en cualquier momento puede golpear la puerta de
nuestros hogares y afectar a algún miembro de nuestra familia”.
El consumo de drogas no se reduce sólo a “un comportamiento individual”
sino que se ha desarrollado con total impunidad “una economía
clandestina y una criminalidad que tiene como finalidad producir y
comercializar la droga a gran escala”. Los destinatarios potenciales de
todo esto son los jóvenes, que “a menudo nuestra sociedad idolatra y al
mismo tiempo desprecia” ya que no les ayuda a crecer, a encontrar su
lugar, a descubrir el sentido de la vida y a tener esperanza en el
futuro.
Los obispos continúan diciendo: “nuestros hijos, hermanos y amigos nos
piden a gritos '¡¡por favor.... haced algo!' La mayoría de las veces son
gritos silenciosos...El problema de la droga, es uno de los problemas
más grave de estos tiempos”.
Por último Mons. Vicente Bokalic y Mons. Melitón Chávez recuerdan que
“La Iglesia, como Madre amorosa se pone al cuidado de la vida de sus
hijos. Esta persona destrozada tiene necesidad de ser considerada no
como problema, sino persona; no un caso por analizar, sino un hombre por
amar; no un individuo al que hay que adoctrinar y condicionar, sino al
que hay que valorarlo ayudándole a descubrirse en sus riquezas”. Para
terminar lanzan un llamamiento: “Necesitamos encontrarnos para hacer
efectiva esta tarea. Trabajemos todos: Iglesia, Estado, Organizaciones
Sociales, Adultos y Jóvenes, Escuelas…Familia!!! Recuperemos juntos el
verdadero Sentido de nuestras Vidas”.