Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 22/06/2016) – El Sínodo de la Iglesia católica
greco-melquita, tras haber sido inaugurado el lunes 20 de junio en Ain
Traz en un clima de gran tensión interna, ha sido interrumpido y
aplazado a una fecha por definir debido al forfait dado por un número de
obispos, que han impedido que se alcanzase el quórum necesario para
proceder con los trabajos de la asamblea sinodal. Así lo informa un
comunicado emitido por fuentes oficiales del Patriarcado, y recibido en
la Agencia Fides.
La historia pone de relieve las divisiones dentro del episcopado
greco-melquita, que se reflejan en la petición de renuncia del patriarca
Grégoire III, apoyada por un grupo de al menos diez obispos, y luego
proceder a la elección de un nuevo patriarca. El lunes 20 de junio, de
los 22 obispos greco-melquitas actualmente en cargo, sólo se presentaron
11 a la sesión de apertura del Sínodo, quedando por debajo del quórum
necesario, que es la mitad más uno.
Patriarca Grégoire, en su discurso inaugural, entre otras cosas había
invitado a todos los obispos a un “debate respetuoso, franco y
transparente, en un espíritu de diálogo y de caridad”. En su
pronunciamiento tras el aplazamiento del Sínodo, el Patriarca Gregorie,
recordando las disposiciones propuestas recientemente por la
Congregación Vaticana para las Iglesias Orientales, ha destacado que el
derecho canónico oriental no contempla la posibilidad de imponer al
patriarca la dimisión en contra de su voluntad, y que todas las disputas
deben abordarse en la Asamblea sinodal.