Kokossa, ETIOPÍA (Agencia Fides, 24/06/2016) - El domingo 19 de junio, solemnidad de
Pentecostés, según el calendario litúrgico de la Iglesia de Etiopía, ha
nacido en Kokossa, Etiopía, en la región de Oromia, una nueva comunidad
cristiana católica. Lo ha explicado a la Agencia Fides el obispo emérito
de Padua, Mons. Antonio Mattiazzo, misionero en Etiopía. “El primer anuncio del Evangelio en Kokossa lo realizó el
P. Angelo Antolini, actual Prefecto Apostólico de Bata, cuando era
párroco de Kofele. Su trabajo fue continuado por el padre Bernardo
Coccia, también desde Kofele. Ellos me pasaron su testimonio en
septiembre de 2015, ayudados por un catequista de Kofele y por el
hermano capuchino Mateo”, dice el P. Mattiazzo.
“Después de tratar de conocer el estado de cada persona que asistía a
las reuniones de oración y catequesis, admitimos a aquellos que cumplían
con los requisitos necesarios para el catecumenado y los demás al
pre-catecumenado. Catecúmenos y pre-catecúmenos eran los más pobres de
entre los pobres desde el punto de vista económico. Algunos no tenían ni
siquiera el dinero para comprar un par de zapatos y venían descalzos a
las reuniones, incluso con el frío y la lluvia. Por tanto, decidimos
iniciar una forma de micro-créditos y, entre otras iniciativas, tomamos
medidas para dar zapatos a los que estaban descalzos. El anuncio del
Evangelio siempre va de la mano, cuando no está precedido antes, de la
caridad y de la promoción humana”.
“Disponíamos de una pequeña casa inhabitable incluso para los estándares
locales - continúa el Obispo -. Pensamos en restaurarla y mientras
tanto, mientras se realizaban las obras, colocamos una gran tienda de
campaña para acoger a los catecúmenos y pre-catecúmenos”.
“La solemnidad de Pentecostés, y la celebración de los sacramentos se
prepararon con una especie de Triduo, el viernes y el sábado en
particular, con una oración y catequesis. El sábado por la mañana
celebré tres ritos: el rito de effata, el exorcismo y la admisión a la
Iglesia Católica de las personas provenientes de otras confesiones
cristianas. A las reuniones del viernes y sábado asistieron numerosos
miembros de los consejos pastorales de Kofele y de las comunidades
cristianas de Gode, Denda, Cacia, pertenecientes a la parroquia de
Kofele. Ellos mismos han podido ver cómo nace una comunidad cristiana,
comprometiéndose a seguir apoyando a la comunidad y a llevar a cabo una
obra de evangelización. A algunos de ellos les he conferido un 'mandato
misionero'. Si de los países de la antigua cristiandad no vienen
misioneros, nosotros nos proponemos formar a los laicos a ser discípulos
misioneros, como ha pedido y espera que sea el Papa Francisco”. La
comunidad católica cristiana está compuesta por 36 personas; una pequeña
semilla que necesita ser reforzada con la mistagogia para crecer,
fructificar y expandirse”, concluye Mons. Mattiazzo.