CIUDAD DEL VATICANO (Agencia Fides, 08/09/2017) – “La historia de la iglesia
católica coreana, en los últimos 230 años, es una historia de salvación
que da testimonio de la voluntad y las obras de Dios”: lo dice a la
Agencia Fides la hermana Elisabeth Soo-ran Park, de las Religiosas de
los Beatos Mártires Coreanos, congregación fundada en 1946 en Kaesong,
con motivo de la exposición “En el cielo como en la tierra”, que se
abrirá el 9 de septiembre en el Vaticano (en el Brazo de Carlo Magno de
los Museos Vaticanos) que contiene 188 preciosos repertos que narran 230
años de historia de la iglesia católica en Corea.
La exposición, que cuenta con la colaboración de los museos Vaticanos y
del “Comité de exaltación de los mártires coreanos de la Archidiócesis
de Seúl”, es la primera exposición sobre Corea presentada en el
Vaticano. Además de la historia de los inicios de la fe católica en
Corea, se presentará la historia moderna con la participación de la
iglesia en los movimientos sociales, ofreciendo un panorama global que
abraza más de dos siglos de vida.
“Esta exposición es una gran oportunidad para presentar a la iglesia
universal la cultura y la herencia de la iglesia católica coreana”,
explica a la Agencia Fides el padre Giacomo Won Jong-hyun,
vicepresidente del “Comité de exaltación de los mártires coreanos”.
El catolicismo fue introducido en Corea en el siglo XVIII a través de la
traducción de algunos textos católicos, escritos con caracteres chinos.
Esta búsqueda cultural se desarrollo después hasta generar una
convicción religiosa entre los estudiosos coreanos que habían leído esos
textos. La comunidad laica continuó difundiendo el Evangelio y durante
décadas pidió poder tener un sacerdote en Corea. Por fin, en 1794, el
Padre Chu Mun-mo (1752-1801), sacerdote de la diócesis de Pekín, se
convirtió en el primer misionero en Corea. Desde aquel momento la
población católica comenzó a aumentar, alcanzando pronto los 4.000
fieles. La persecución de los católicos inició en 1785, cuando el
gobierno prohibió sus asambleas. A pesar de las persecución que duro
siglos, los cristianos han continuado viviendo su fe y hoy la comunidad
católica en Corea del Sur representa más del 10% de la población total.