Lembata, INDONESIA (Agencia Fides, 06/09/2017) – En el país de mayoría islámica más poblado del
mundo, Indonesia, también hay pequeñas zonas predominantemente
cristianas y católicas, sobre todo en la parte central del vasto
archipiélago asiático. Estas son precisamente las áreas donde la
convivencia entre las religiones y la armonía entre cristianos y
musulmanes son particularmente sentidas y cuidadas. Según la información
de la Agencia Fides, en el distrito de Lembata, de mayoría católica,
parte de la provincia de Nusa Tenggara (Indonesia Central), hay un clima
de armonía que comprende solidaridad y ayuda mutua: “Cada vez que
celebramos una fiesta religiosa nos beneficiamos de una gran servicio y
ayuda por parte de los católicos. Nuestros niños se sienten realmente
honrados por cómo son tratados por los pueblos de fe cristiana”, explica
a la Agencia Fides Rajuni Welin, jefe de una aldea en el distrito de
Lembata.
En los últimos días, en vísperas de la celebración islámica de “Eid
al-Adha”, celebrada el 1° de septiembre, muchos católicos han viajado
hasta la comunidad islámica para ofrecer una valiosa contribución en la
preparación de la fiesta musulmana. Rajuni Welin señala a Fides que
“durante las fiestas religiosas musulmanas el comité preparatorio está
formado por muchos católicos y viceversa, cuando los católicos celebran
la Navidad o la Pascua, los musulmanes les ayudan y la preparan con
ellos”.
Este año, ha añadido, el presidente del comité organizador de los
preparativos para la fiesta de Eid al-Adha ha sido Frederick Daeng, un
católico que es el jefe del consejo pastoral local de la parroquia. “Es
una tradición que pretendemos mantener para demostrar la verdadera
hermandad entre musulmanes y católicos en el distrito de Lembata.
Nuestra relación fraterna nos une en la vida social”, ha explicado. Y
durante la fiesta de Eid al-Adha, los musulmanes locales han subrayado
que rechazan cualquier lectura fundamentalista o integralista del Corán.
Un signo importante, concluye Rajuni Welin, en un país que actualmente
está expuesto al contagio de la ideología de grupos islámicos radicales
como el Isis, que promueve la violencia, el odio y la división entre las
comunidades religiosas.