
A su llegada, el Papa fue recibido por el Presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón, acompañado por su esposa. También estaban presentes autoridades políticas y civiles, algunos Obispos colombianos y un grupo de fieles de unas mil personas.

Después de la interpretación de los himnos y los honores militares, tuvo lugar la presentación de las delegaciones respectivas. A continuación el Presidente de la República y su esposa acompañaron al Santo Padre al papamóvil en medio de una coreografía de bailes folklóricos.
Acabada la ceremonia de bienvenida, el Papa se desplazó en coche a la Nunciatura Apostólica de Bogotá donde fue saludado por un grupo de fieles que ejecutaron cantos y danzas tradicionales. Más tarde fue a la capilla donde estaba reunido el personal de la Nunciatura para dejar un ramo de flores ante la Virgen y regresar a continuación a la Nunciatura.