Dhaka, BANGLADESH (Agencia Fides, 30/11/2017) – Gracias a la visita apostólica y a la presencia del Papa Francisco en
Bangladés, un país con muchos problemas y muchos desafíos políticos y
sociales, “la pequeña grey de los fieles católicos bangladesíes quiere
tocar a Jesucristo y tener una experiencia directa, concreta del
Evangelio”. Así lo asegura a la Agencia Fides el padre Lintu Francis
D'Costa, sacerdote de la diócesis de Daca. El sacerdote explica: “Bangladés es una tierra antigua con una identidad
nacional nueva. Ha conseguido la independencia de Pakistán en 1971 y
tiene una población de más de 160 millones de habitantes siendo el
séptimo país del mundo en cuanto a número de habitantes. La pobreza es
uno de los problemas más acuciantes. Cerca del 36 % vive en un estado de
indigencia extrema con una renta de poco más de 1.000 dólares al año”.
En el país “surgen también tensiones sociales con la caída del sector
agrícola y con el aumento de las industrias de fertilizantes químicos y
empresas del sector textil de todo el mundo que instalan su producción
empleando mano de obra barata. D'Costa explica que, “por estos y por
otros motivos económicos, se está produciendo un gran movimiento
migratorio hacia las ciudades. Eso ha dado lugar a una disgregación
social en los pueblos y en las zonas rurales donde solo se han quedado
los ancianos y otros estratos de la población menos
propensos a la innovación o a abandonar sus hogares”.
Otra característica del país es la presencia de varias tradiciones
religiosas. Cerca del 90% de la población profesa el islam, también hay
comunidades hindúes, budistas y cristianas. “La pequeña comunidad
cristiana compuesta por unos 400.000 fieles, -asegura el sacerdote-, ve
la llegada del Papa Francisco como una ocasión única para poder entrar
en contacto con la Iglesia universal, para poder vivir en primera
persona la humanidad del Vicario de Cristo. Como destacó el cardenal
Patrick D’Rozario, los fieles desean una experiencia directa del Papa,
tener un hombre santo entre ellos, al representante de Dios en la
Tierra”.
El padre D'Costa indica: “Los cristianos viven su fe y su testimonio del
Evangelio en una tierra donde son una pequeña comunidad. Todo esto
constituye un auténtico aliento para continuar en ese camino”. La
Iglesia católica en Bangladés está teniendo un desarrollo constante y es
cada vez más apreciada por su marcado compromiso con iniciativas
humanitarias, sociales y culturales destinadas a la población, sin
distinción de etnia o credo religioso. Una atención especial es la que
presta a los más pobres y marginados a través de las organizaciones
caritativas. En ese sentido, la visita del Papa Francisco es una
peregrinación al centro del mensaje del amor de Dios por cada hombre”.
También para los no cristianos la visita del Papa es muy importante: “La
figura de Francisco es la de un líder creíble por su pensamiento y por
sus iniciativas. Representa la voz de la conciencia del mundo y una
llamada de atención a una Humanidad sin divisiones, donde la paz y el
amor por el prójimo son un ideal al que todos pueden y deben aspirar.
Todo esto anima al diálogo interreligioso y ayuda a mejorar las
relaciones entre personas de todas las religiones”.
De especial relevancia, concluye el sacerdote, es el encuentro del Papa
Francisco con los jóvenes bangladesíes. “El Papa se dirigirá a los
estudiantes universitarios y a los jóvenes trabajadores. Hablará a la
futura clase dirigente del país. Es una elección importante también
considerando que los jóvenes de menos de 25 años son el 60% de la
población del país”.