Tokio, JAPÓN (Agencia Fides, 23/07/2018)- Caritas de Japón, órgano de la Conferencia
Episcopal de Japón, ha pedido voluntarios dispuestos a trabajar en el
programa de socorro y de reconstrucción puesto en marcha después de las
abundantes inundaciones registradas, hace dos semanas, en el oeste de
Japón. La situación se ha agravado por la ola de calor que ha hecho
aumentar las temperaturas considerablemente en toda la nación.
“Los centros de voluntariado de Shakyo (comisión para la asistencia
social) fueron abiertos en muchos municipios. Las diócesis más afectadas
de Hiroshima y Takamatsu piden a las personas que se unan a las tareas
del voluntariado. Es necesario, sobre todo, remover barro y escombros,
lo que ha sido particularmente difícil debido a las temperaturas
insólitas de estos días", dijo Aine Ono, miembro de Caritas Japón, a la
Agencia Fides.
Las zonas afectadas por el desastre también sufrido una ola de calor
prolongada justo cuando los supervivientes comenzaban las labores de
limpieza; después de que las lluvias torrenciales causaran
deslizamientos de tierra e inundaciones, dejando 222 víctimas fatales a
principios de julio. El intenso calor ha sido el mayor reto en las
acciones de rescate y recuperación: Las temperaturas han superado los 39
grados centígrados en las zonas del interior. En los distritos de las
prefecturas de Okayama, Hiroshima y Ehime más afectados por las
inundaciones, el termómetro marca 36 grados. Más de 2.061 personas han
sido atendidas en los hospitales a causa del calor.
En la diócesis de Hiroshima la información cada parroquia recoge
información sobre la situación y el personal diocesano coordina con los
responsables locales organizados por la prefectura de Okayama. La
diócesis ha preparado un centro para recibir a los nuevos voluntarios,
al tiempo que Cáritas Japón ha iniciado una recaudación de fondos en el
país para sostener las actividades dirigidas por la diócesis, afirma
Ono.
En la diócesis de Hiroshima (prefectura de Hiroshima y Okayama) las
acciones tienen lugar en tres zonas: Hiroshima/Kure, Onomichi/ Fukuyama y
Kayama/Kurashiki. También la diócesis de Takamatsu (prefectura de
Ehime) alienta a los jóvenes a participar en el trabajo de los
voluntarios realizados por Shakyo. "Básicamente apoyamos las actividades
de las diócesis afectadas y ahora estamos estudiando cómo fortalecer
aún más las actividades de apoyo," explica Ono.
El Ministerio de Sanidad estima que 103.400 familias en el occidente del
país no tienen agua y luchan contra las altas temperaturas. Las
agencias gubernamentales instan a quienes tienen aires acondicionados
dañados a trasladarse a lugares dotados de equipos de climatización.
Según la Agencia para la gestión de los incendios y de los desastres,
4.500 personas permanecen en los centros de evacuación, donde el acceso
al agua sigue siendo limitado.
Las operaciones de búsqueda y de rescate se están llevando a cabo con la
ayuda de 81 helicópteros y de 26.000 miembros de distintos cuerpos
(policía, bomberos y defensa personal). Solo en las prefecturas de Ehime
y Okayama, 3.600 voluntarios han trabajado para remover arena, lodo y
escombros mientras que las temperaturas subían. En las áreas donde el
suministro de agua continúa interrumpido, los municipios alertan sobre
el riesgo de incendios y las terribles consecuencias en vista de que los
hidrantes no funcionan. Hasta la fecha, los daños a las maquinarias y a
la agricultura se calculan en 48 millones de yenes (429 millones de
dólares). Sin embargo, el Gobierno continúa haciendo el balance, por lo
que las pérdidas pudieran ser mucho mayores.