Puerto Príncipe, HAITÍ (Agencia Fides, 09/07/2018) - Después de las violentas protestas en
la capital y en la ciudad de Cap-Haitien, en el norte del país, el
viernes 6 y el sábado 7 de julio el gobierno de Haití ha dado marcha
atrás respecto a la disposición para elevar los precios de gasolina,
anunciado a principios de la semana pasada. El primer ministro Jack Guy
Lafontant había motivado los aumentos como necesidad del gobierno, pero
la administración se vio obligada a cancelar el acuerdo. Cientos de
personas salieron a las calles y atacaron el Hotel Best Western
Premiere, en el exclusivo barrio Pétion-Ville de la capital, y después
de la destrucción de la entrada del edificio, se dirigieron a otro.
Según la información recabada por Fides, el viernes 6 de julio la
población desencadenó diversas manifestaciones violentas contra las
autoridades. Durante un enfrentamiento en el corazón de la capital
haitiana, un oficial de policía asignado a la seguridad de un líder
político de la oposición fue asesinado: fue linchado por la multitud y
su cuerpo fue quemado. El sábado por la tarde, un joven fue asesinado a
tiros cerca de un supermercado asaltado por manifestantes, según informó
la AFP.
Según la prensa local, el presidente haitiano, Jovenel Moïse, pidió a la
población que restablezca la calma: "corrigimos lo que se tenía que
corregir", dijo sobre la suspensión del aumento en los precios del
petróleo, anunciada el sábado por la noche 7.
La semana pasada altos representantes de la
Iglesia Católica se habían pronunciado abiertamente contra la corrupción
y la forma de gobernar que oprime a los más pobres: el Presidente de la
Conferencia Episcopal de Haití (CEH), Mons. Launay Saturné , Obispo de
Jacmel, había señalado que el país todavía está enfermo, indicando la
corrupción, inseguridad, injusticia, desempleo como enfermedades que
arruinan a Haití.