Manaus, BRASIL (Agencia Fides, 24/07/2018) – Con una misa concluyó el domingo 22 de julio en
el santuario de Nuestra Señora Aparecida, en Manaus, la semana de
conmemoración y agradecimiento por los 75 años de la misión redentorista
en la Amazonía brasileña. Junto a las celebraciones litúrgicas, también
se organizó una “Cantata de San Alfonso” en el histórico Teatro
Amazonas y un concierto del Grupo Raíces Caboclas, uno de los mejores
representantes de la música religiosa amazónica.
Los primeros seis primeros misioneros llegaron en Manaus el 22 de de
abril de 1943 provenientes de St. Louis, en Estados Unidos, en un
“esfuerzo continuo para encarnar el carisma de la Congregación en la
realidad de los pueblos amazónicos”, como señala a la Agencia Fides, en
el padre Ronaldo Mendonça de Oliveira, Viceprovincial de la
Viceprovincia de la Amazonía. Desde la capital del estado de Amazonas,
los Redentoristas avanzaron por el río Solimões, formando comunidades en
Manacapurú, Codajas y Coarí, llegando también a Belem y al estado de
Bahía. Muchos de ellos consagraron su vida a la misión en el Amazonas.
El religioso confirma a Fides que la presencia de los Redentoristas ha
sido un continuo intento de “seguir las huellas de los americanos que
habían venido aquí en una situación muy difícil” y que les llevó a
llamar a la Amazonía “el infierno verde”. El padre Ronaldo insiste en
que “a pesar de esto, querían quedarse, porque lo que querían era
comunicar la abundancia de los dones de Dios a estas personas,
acostumbrarse poco a poco al idioma, la comida y las costumbres
locales”.
El Viceprovincial destaca “que cuando llegaron los primeros misioneros,
se fueron a vivir a las casas de las personas” con las que se
encariñaron mucho, por lo tanto “celebrar la memoria de los 75 años es
soñar con la continuidad de todo esto, atraer a la juventud de hoy de
forma que puedan seguir el ejemplo de aquellos hombres que dejaron todo
en Estados Unidos y vinieron aquí”.
Desde esta perspectiva, el padre Ronaldo indica a Fides que “es muy
difícil que los jóvenes de hoy, de nuestra región, entiendan que ellos
también pueden llegar a ser misioneros, emprender la misión del bautismo
de su propia gente” y concluye que seguirán mirando al futuro creando
comunión y vislumbrando nuevos horizontes.