Estambul, TURQUÍA (Agencia Fides, 16/05/2020) - Entre los efectos secundarios de la pandemia
de coronavirus, en Turquía como en otros países, hay grandes
dificultades que afectan al sector de los medios y preocupan
particularmente a los periódicos impresos, distribuidos principalmente a
través de los quioscos y por suscripción. En Turquía, la condición de
sufrimiento afecta particularmente a los periódicos pequeños de las
comunidades minoritarias cristianas, que están sufriendo efectos
devastadores. En los últimos días, los medios de comunicación turcos han
informado de la alarma generada por los responsables de la prensa
cristiana. Mihail Vasiladis, editor en jefe de Apoyevmatini - el
periódico histórico vinculado a la comunidad greco ortodoxa -, explicó
que el periódico se consigue realizar gracias al trabajo de una
redacción editorial cada vez más restringida, y en los últimos meses,
debido al toque de queda, la distribución se ha omitido, además los
ingresos por publicidad
han disminuido drásticamente "y las dificultades son enormes", ya que el
número de lectores se reduce y su edad promedio aumenta cada vez más.
Yetvart Danzikyan, editor en jefe del periódico Agos publicado en
armenio y turco, también explicó que la versión impresa semanal del
periódico se imprime el jueves y antes de la pandemia se distribuía
principalmente el fin de semana, pero en la etapa actual el bloque de
actividades y el toque de queda han generado una caída de las ventas.
Evgil Türker, editor del mensual Sabro, impreso en turco y siríaco en
Mardin, y luego impreso y distribuido en Estambul, manifestó que también
atraviesa una situación similar. Durante la pandemia, solo gracias a
las generosas donaciones de algunos lectores se ha podido continuar con
la publicación.
Mientras los medios vinculados a las comunidades minoritarias cristianas
navegan en aguas muy malas, la controversia desatada por la edición
especial de la revista "Gerçek Hayat" dedicada por completo a FETÖ, un
acrónimo que significa 'Organización del Terror Gülenista (expresión con
la que los órganos turcos progubernamentales indican la asociación
Hizmet del predicador musulmán Fethullah Gülen, expatriado a los EE. UU.
en 1999 e indicado por el gobierno turco como el gran director del
intento de golpe de estado del 15 de julio de 2016).
La revista Gerçek Hayat pertenece al mismo grupo editorial que el
periódico progubernamental "Yeni Safak", propiedad de la familia de
origen del yerno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. En el
dossier de la revista, entre otras cosas, son indicados como complices
afiliados a la red de Fethullah Gülen, el Patriarca ecuménico de
Constantinopla, Bartolomé I, el Rabino jefe de Estambul, Isahak Kahleva,
y el Patriarca armenio Shenork I Kalutyan, fallecido en 1990. En los
últimos días, el diputado armenio Garo Paylan de Diyarbakir presentó una
moción al parlamento turco en el que denunciaba el dossier de Gerçek
Hayat como una operación para incitar al odio racial y religioso. En la
moción de Paylan, se indica la revista, perteneciente al Albayrak Media
Group, como un "órgano de palacio", "En la revista" - subraya el
parlamentario armenio - "se afirma que Ramiz, el padre de Fetullah
Gülen, era armenio, que su madre era judía y sus
acciones muestran su origen genético”. De ello se deduce que con su
expediente - insta Paylan -, la revista ha fomentado el odio hacia las
minorías religiosas y étnicas de Turquía, aumentando el riesgo de nuevas
acciones violentas contra ellos. Además – se pregunta el parlamentario
armenio con elocuencia -, los poderosos que ahora acusan a los
Patriarcas y al Rabino de ser cómplices del predicador islámico
expatriado a los Estados Unidos desde 1999, ¿no estaban todos afiliados a
la ‘Congregación de Gülen’ en ese momento?” Y “¿Acaso no es una
incursión e inmoral llamar ahora a Gülen ‘armenio’, cuando el mismo
Gülen era definido como ‘Venerable Hocaaefendi’ por vuestro poder cuando
caminaba junto a Erdogan?”.