En
la primera, respondiendo a su eventual visita a Portugal con motivo del
centenario de las apariciones de la Virgen en Fátima, FRANCISCO ha
manifestado su deseo de ir a ese país y ha añadido que ''la Virgen lo
que pide siempre es que recemos, que cuidemos la familia, los
mandamientos. No pide cosas raras… Y se manifiesta a los niños. Es
curioso, siempre busca almas muy sencillas''.
Después,
hablando del fenónemo migratorio hacia Europa ha afirmado: ''Es la
punta de un iceberg. Vemos estos refugiados, esta pobre gente, que
escapa de la guerra, que escapa del hambre... Pero debajo de eso, está
la causa, y la causa es un sistema socioeconómico malo e injusto''. Y ha
añadido: ''Hablando del problema ecológico, dentro de la sociedad
socioeconómica, dentro de la política, el centro siempre tiene que ser
la persona. Y el sistema económico dominante hoy día descentró a la
persona y al centro está el dios dinero, es el ídolo de moda''. Por eso,
precisa hay que ir a las causas. ''Donde las causas son el hambre,
poner fuentes de trabajo, inversiones. Donde la causa es la guerra,
buscar la paz, el trabajo por la paz. Hoy día, el mundo está en guerra,
está en guerra contra sí mismo''.
En
este ámbito, el Papa reafirma la importancia de la acogida. ''Acoger a
la gente, ¿no?, y acoger como venga…..'' Y ha precisado el llamamiento
que dirigió a todas las parroquias de Europa para acoger a una familia
de refugiados. ''Cuando hablo de que una parroquia acoja una familia, no
digo que vayan a vivir a la canónica, a la casa parroquial, sino que
toda la comunidad parroquial vea si hay un lugar, un rincón de un
colegio para hacer un “departamentito” o, en el peor de los casos, que
alquile un modesto departamento para esa familia, pero que tengan techo,
que sean acogidos, y que se los integre dentro de la comunidad''.
También
toca el tema de la cultura del bienestar, recordando que la tasa de
natalidad es muy baja en países como Italia, Portugal y España. ''Cuando
hay un espacio vacío, la gente busca de llenarlo. Si un país no tiene
hijos, vienen migrantes a ocupar el lugar. ... O sea, ese no querer
tener hijos, que, en parte –es una interpretación mía, no sé si es
correcta-, es un poco la cultura del “benessere”, ¿no? Y entonces, los
ancianos quedan solos. Creo que el gran desafío de Europa es volver a
ser la madre Europa… y no la abuela Europa... Hay que reconocer que
Europa tiene una cultura excepcional. Realmente, son siglos de cultura,
¿no? Y eso da también un bienestar intelectual y, yo, en todo caso, lo
que yo diría de Europa es su capacidad de retomar un liderazgo en el
concierto de las naciones. O sea, que vuelva a ser la Europa que marca
rumbos, pues tiene la cultura para hacerlo... Europa tiene que tomar su
rol, o sea, recuperar su identidad. Es verdad que Europa se equivocó. No
se lo echo en cara, lo recuerdo no más. Cuando quiso hablar de su
identidad, no quiso reconocer, quizá lo más hondo de su identidad, que
es su raíz cristiana, ¿no? Ahí se equivocó. Bueno, pero todos en la vida
nos equivocamos. Está a tiempo de volver''.
El
Pontífice hace hincapíe en que la Iglesia debe salir, debe arriesgarse.
''Si una iglesia, una parroquia, una diócesis, un instituto, vive
encerrado en sí mismo, se enferma. Le pasa lo mismo que a la habitación
cerrada. Y tenemos una Iglesia raquítica, con normas fijas, sin
creatividad, segura, más que segura, no, asegurada, con una compañía de
seguros, pero no segura. En cambio, si uno sale –una iglesia, una
parroquia- sale hacia afuera a evangelizar, le puede pasar lo mismo que
le pasa a cualquier persona que sale a la calle: tener un accidente.
Entonces, entre una Iglesia enferma y una Iglesia accidentada, prefiero
la accidentada porque, por lo menos, salió''.
Refiriéndose
a sus expectativas sobre el Jubileo de la Misericordia, expresa su
deseo de que ''vengan todos. Que vengan y sientan el amor, el perdón de
Dios'' y respecto a su carta al Arzobispo Fisichella en que solicita el
perdón durante el Jubileo para los casos más difíciles y a sus dos Motus
Propios sobre la reforma del proceso canónico de nulidad matrimonial,
explica que su intención era, ''simplificar… Facilitar la fe a la gente,
¿no? Y que una Iglesia sea madre''.
En
la entrevista concedida a Milenium, FRANCISCO dice ''Estamos
maltratando la creación, la tratamos a veces como el peor enemigo'' y ''
vivimos en un sistema que por ganar dinero se ha desplazado al hombre
del centro y se ha puesto al dinero “ desembocando en la existencia de
sistemas “corrompidos, con esclavitud , trabajo esclavo y descuido de la
creación”.
Preguntado
sobre el fundamentalismo que busca la destrucción porque sus adeptos
''son fieles a una idea, pero no a una realidad”, FRANCISCO advierte
acerca del peligro que representa esa “oscuridad transversal que nos
quita horizonte” y hace que nos encerremos en nuestras propias
convicciones y – entre comillas – ideologías”. “Es una muralla, entonces
no hay encuentro”.