CIUDAD DE MÉXICO (Agencia Fides, 04/09/2015) – “Así como cada persona tiene derecho a
defender su identidad, poner límites para su espacio, tiene también la
necesidad vital de romper sus fronteras para ir al encuentro del otro,
dar su riqueza y recibir la de los demás. Ninguna persona encuentra la
vida por sí sola”. Así lo escribe Su Exc. Mons. Guillermo Ortiz
Mondragón, obispo de Cuautitlán, encargado de la Pastoral de las
Migraciones de la Conferencia Episcopal Mexicana, en su mensaje para el
día del migrante, que en México se celebrará el domingo 6 de septiembre.
En el texto, recibido en la Agencia Fides, el obispo subraya que no sólo
en México, sino en todo el mundo, la realidad de la movilidad humana
está marcada por “una globalización que pierde de vista a la persona y a
Dios; marcada por la inseguridad y por la violencia del crimen
organizado. Frecuentemente ya no es una movilidad que abra el horizonte
de la vida a las personas”.
El obispo recuerda que en México la iglesia cuida directamente de los
migrantes en 60 casas y centros de atención, gracias al servicio
generoso de laicos, consagrados y ministros ordenados. Además, en el
diálogo con las instituciones, se compromete a promover leyes y
normativas según los principios de la justicia y de la caridad para con
estos hermanos.
“Al celebrar el Día Nacional del Migrante en México, - concluye el
mensaje - hacemos un llamamiento a nuestras Autoridades y a todas las
personas de buena voluntad, a continuar luchando porque nuestra Nación
sea un espacio abierto a la Migración digna, en la justicia y la paz,
recordando que todos estamos en camino hacia el lugar definitivo que es
Dios mismo”.