Charikot, NEPAL (Agencia Fides, 20/10/2015) – Seis meses después del devastador terremoto
que afectó a Nepal, la gente sigue viviendo en refugios temporales.
Entre los obstáculos para la reanudación de la vida normal están también
las disputas políticas que han impedido la distribución de los fondos
estanciados entre abril y mayo por donantes internacionales. Según la
información de fuentes locales, las organizaciones de ayuda están
presionando al gobierno para que haga operativa a la Autoridad para la
Reconstrucción Nacional (NRA), creada para formular normas de
construcción antisísmicas y para supervisar la asignación de fondos. En
agosto, el gobierno nombró a un director gerente de la NRA, pero no ha
sido capaz de empezar a trabajar en la reconstrucción debido a que no se
ha aprobado una enmienda en el Parlamento.
El gobierno además está implicado en la crisis, con las protestas que
estallaron en la frontera con la India en contra de la nueva
Constitución, lo que ha bloqueado las importaciones de combustible,
mientras que los partidos políticos se niegan a ponerse de acuerdo sobre
los términos del proyecto de ley para la reconstrucción. Los terremotos
han causado la muerte de unas 9.000 personas y destruido o dañado al
menos un millón de hogares. En lugar de edificios sólidos, en la zona
rural de Nepal se ve un mosaico de toldos temporales multicolores. El
distrito de Dolakha, epicentro del sisma del 25 de abril, no es una
excepción. La gente se ha organizado para construir refugios con
materiales recuperados o distribuidos por las agencias humanitarias.