CIUDAD DEL VATICANO, 17 de junio de 2016 (VIS).- El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso ha publicado hoy
el Mensaje para el mes de Ramadán e 'Id al-Fitr 1437 H /2016 d.C cuyo
tema este año es “Cristianos y musulmanes, beneficiarios e instrumentos
de la misericordia divina”. En el texto, firmado por el Cardenal
Jean-Louis Tauran y por el Obispo Miguel Angel Ayuso Guixot, M.C.C.J,
respectivamente Presidente y Secretario de ese dicasterio, ambos
prelados se hacen portavoces de los cristianos de todo el mundo a la
hora de manifestar a los musulmanes los mejores deseos para un ayuno que
sea “espiritualmente gratificante, sostenido por las buenas acciones, y
de una alegre celebración”.
“Un tema muy importante tanto para los musulmanes como para los
cristianos es la misericordia”, -dice el texto- Sabemos que tanto el
cristianismo como el Islam creen en un Dios misericordioso, que muestra
su misericordia y compasión hacia todas sus criaturas, especialmente
hacia la familia humana.... Sin embargo, la misericordia de Dios se
manifiesta de una manera particular a través del perdón de nuestros
pecados; Por lo tanto, Él es Aquel que perdona (al-Ghâfir), Aquel que
perdona mucho (al-Ghafour)”.
El Mensaje recuerda que para subrayar la importancia de la
misericordia. el Papa FRANCISCO convocó el Año Jubilar de la
Misericorida del 8 de diciembre 2015 al 20 noviembre de 2016 como un
tiempo favorable para curar las heridas y para ofrecer a todos, sin
exclusión, el camino del perdón y la reconciliación. Igualmente la
peregrinación (hajj) de los musulmanes a los Santos Lugares, es sin
duda un tiempo propicio para experimentar la misericordia de Dios, como
atestigua una de las frases que se intercambian en esa ocasión: "Te
deseo una peregrinación bendita, con frutos loables y el perdón de los
pecados "e ir en peregrinación para obtener el perdón de Dios
misericordioso por los pecados tanto para los vivos como para por los
muertos, es realmente una observancia de considerable importancia para
los creyentes.
“Nosotros, los cristianos y los musulmanes, estamos llamados a hacer
todo lo posible para imitar a Dios, el Misericordioso que nos pide que
seamos misericordioso y compasivo con los demás, especialmente con los
que pasan por cualquier tipo de necesidad. De la misma manera nos llama
a perdonarnos recíprocamente”, se lee en el documento.
“Mirando a la humanidad de hoy, nos entristece ver a tantas víctimas de
los conflictos y la violencia - pensamos aquí, en particular, en los
ancianos, los niños y las mujeres, especialmente en aquellos que son
víctimas de la trata de seres humanos - y en tantas personas que sufren
a causa de la pobreza, la enfermedad, la adicción, los desastres
naturales y el desempleo. No podemos cerrar los ojos a estas realidades,
o dar la espalda a este sufrimiento. Es cierto que, a menudo, hay
situaciones muy complejas, cuya solución está más allá de nuestras
capacidades. Por lo tanto, es crucial que todos aúnen sus fuerzas para
ayudar a los necesitados, independientemente de su origen étnico o sus
creencias religiosas. Es fuente de gran esperanza ver que musulmanes y
cristianos se unen para ayudar a los necesitados. Cuando combinamos
nuestros esfuerzos, obedecemos a un mandamiento importante presente en
nuestras respectivas religiones, y demostramos la misericordia de Dios,
ofreciendo un testimonio más creíble, como individuos y como
comunidad”, finaliza el texto, deseando al mismo tiempo que Dios,
Misericordioso y Omnipotente, nos ayude “a caminar siempre por el
sendero de la bondad y de la compasión”.