CIUDAD DEL VATICANO, 10 de junio de 2016 (VIS).- El Arzobispo Arthur Roche, Secretario de la Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, explica el significado
del decreto por el que a partir de ahora María Magdalena será
“festejada” litúrgicamente como el resto de los apóstoles
“La decisión se inscribe- dice el Arzobispo - en el
contexto eclesial actual, que requiere una reflexión más profunda sobre
la dignidad de la mujer, la nueva evangelización y la grandeza del
misterio de la misericordia divina. San Juan Pablo II dedicó una gran
atención no sólo a la importancia de la mujer en la misión de Cristo y
de la Iglesia, sino también, y con especial énfasis, al papel especial
de María Magdalena como primera testigo que vio al Resucitado y primera
mensajera que anunció a los apóstoles la resurrección del Señor. La
Iglesia, hoy en día, prosigue resaltando esta importancia – manifestada
en el compromiso de una nueva evangelización -y quiere acoger sin
distinción, hombres y mujeres de cualquier raza, pueblo, lengua y
nación,para anunciarles la buena noticia del evangelio de Jesucristo,
acompañarlos en su peregrinación terrena y ofrecerles las maravillas de
la salvación de Dios. Santa María Magdalena es un ejemplo de
evangelización verdadera y auténtica, es decir, una evangelista que
anuncia el gozoso mensaje central de Pascua!.
“El Santo Padre FRANCISCO ha tomado esta decisión precisamente en el
contexto del Jubileo de la Misericordia para destacar la importancia de
esta mujer que mostró un gran amor por Cristo y fue muy querida por
Cristo, como afirman hablando de ella Rabano Mauro ( "dilectrix Christi
et Christo plurimum dilecta”: De vita beate Mariae magdalenae, Prologus) y San Anselmo de Canterbury ("electa dilectrix et dilecta Electrix Dei», Oratio a LXXIII Sanctam Mariam Magdalenam).
Es cierto que la tradición cristiana en Occidente, sobre todo después
de San Gregorio Magno -señala el prelado- identifica en la misma persona
a María de Magdala, la mujer que derramó perfume en la casa de Simón el
fariseo, y a la hermana de Lázaro y Marta. Esta interpretación continuó
y tuvo influencia en los autores eclesiásticos occidentales, en el arte
cristiano y en los textos litúrgicos relacionados con la santa. Los
bolandistas expusieron ampliamente el problema de la identificación de
las tres mujeres y prepararon el camino para la reforma litúrgica del
calendario romano. Con la actuación de la reforma, los textos del Misal
Romano, de la Liturgia de las Horas y del Martirologio Romano se
refieren a María de Magdala. Es seguro que María Magdalena formaba parte
del grupo de los discípulos de Jesús, que lo siguió hasta el pie de la
cruz y, que en el huerto donde se encontraba la tumba, fue la primera
"”testis divinae misericordiae", como afirma san Gregorio Magno. El
Evangelio de Juan dice que María Magdalena lloraba porque no había
encontrado el cuerpo del Señor y Jesús tuvo misericordia de ella
haciéndose reconocer como Maestro y transformando sus lágrimas en
alegría pascual”.
El Arzobispo aprovecha la ocasión para evidenciar dos ideas
inherentes a los textos bíblicos y litúrgicos de la nueva fiesta, que
contrirbuyen a comprender mejor la importancia actual a de una santa como
María Magdalena.
“Por una parte -afirma- tuvo el honor de ser el "el primer testigo”
de la resurrección del Señor, la primera en ver la tumba vacía y la
primera en escuchar la verdad de su resurrección. Cristo tiene una
consideración y una compasión especial por esta mujer, que manifiesta su
amor por él, buscándolo en el huerto con angustia y sufrimiento, con
"lacrimas humilitatis", como dice San Anselmo. En este sentido, me
gustaría señalar el contraste entre las dos mujeres presentes en el
jardín del paraíso, y en el jardín de la resurrección. La primera
difundió la muerte allí donde había vida; la segundo anunció la Vida
desde un sepulcro, un lugar de muerte... Además, en el jardín de la
resurrección es donde el Señor dice a María Magdalena: "Noli me
tangere". Es una invitación no sólo a María, sino también a toda la
Iglesia, a entrar en una experiencia de fe que sobrepasa todo
apropiación materialista y comprensión humana del misterio divino.
¡Tiene un alcance eclesial! Es una buena lección para todos los
discípulos de Jesús: no buscar seguridades humanas ni títulos mundanos
sino la fe en Cristo vivo y resucitado”.
“Precisamente porque fue testigo ocular de Cristo resucitado fue
también, por otra parte, la primera en dar testimonio delante de los
apóstoles. Cumplió con el mandato del Resucitado: "Ve donde mis hermanos
y diles: "... María de Magdala fue a anunciar a los discípulos: " He
visto al Señor "y “lo que El le había dicho". De este modo se convierte,
como ya se ha señalado, en evangelista, es decir, en mensajera que
anuncia la buena nueva de la resurrección del Señor; o como decían
Rabano Mauro y Santo Tomás de Aquino, en "apóstola de los apóstoles",
porque anunció a los apóstoles aquello que, a su vez, ellos anunciarán a
todo el mundo. Con razón el Doctor Angélico utiliza este término
aplicándolo a María Magdalena: es un testigo de Cristo resucitado y
anuncia el mensaje de la resurrección del Señor, al igual que los otros
apóstoles. Por lo tanto -finaliza Mons. Roche- es justo que la
celebración litúrgica de esta mujer tenga el mismo grado de festividad
que se da a la celebración de los apóstoles en el calendario romano
general y que se resalte la misión especial de una mujer, que es ejemplo
y modelo para todas las mujeres de la Iglesia”.